El Puerto Real vio truncada en la tarde de ayer su racha de cinco victorias consecutivas ante un Jerez Industrial que se reivindicó como un conjunto serio y muy sólido que por méritos propios se encuentra instalado en el tren de cabeza de la clasificación. Un lugar al que aspiraba el cuadro puertorrealeño que dejó escapar una inmejorable ocasión para dar el salto a los puestos de privilegio.

El derbi provincial estuvo marcado por una intensa lluvia que hizo acto de presencia de manera copiosa en la segunda mitad y que dejó al césped del Sancho Dávila aún más pesado. Unas condiciones a las que los de la Villa no se supieron adaptar y en la que terminaron naufragando ante el buen hacer y la fe en la victoria que en todo momento tuvo el equipo jerezano. En los primeros compases los dos equipos no quisieron mostrar sus cartas se dedicaron a estudiar al adversario. El Puerto Real tuvo muchos problemas para hilvanar jugadas de ataque y no tuvo la chispa de otras tardes.

A pesar de ello consiguió hacer gala de una eficaz pegada, dado que una de las contadas oportunidades que dispuso consiguió alojar el esférico dentro del portal jerezano. Corría el minuto 18 cuando una falta en el centro del campo botada por Sergio Beato, encontró la cabeza de Chapi que aprovechó el despiste de su marcador y la dubitativa salida de Bello, para firmar el uno a cero. El tanto dio tranquilidad a los pupilos de Boro que a partir de ahí cedieron la batuta al Jerez Industrial. Los visitantes pudieron empatar en un libre indirecto dentro del área señalada por la demora en el saque de Raúl. En el rechace del mismo el esférico se estrelló en el palo.

El inicio del segundo periodo coincidió con una tremenda tromba de agua, que tuvieron que aguantar estoicamente los futbolistas. Una vez cesada ésta, llegó otra tromba, pero de goles visitantes que terminó por desarbolas los esquemas verdiblancos. En el minuto 59, un saque de esquina fue rematado libre de marca por Paquito y el balón llegó a Narváez que cerca del área pequeña remachó a gol. Un auténtico mazazo para el Puerto Real que quedó tambaleándose para que tres minutos más tarde Carrasco lo noqueara al aprovechar un fenomenal servicio de Nono, en un clamoroso despiste de la defensa verdiblanca.

Los de la Villa apenas tuvieron capacidad de respuesta ya que careció del orden necesario para armar su juego y cualquier intentona era abortada sin excesivos problemas por un disciplinado Jerez Industrial. En el tramo final los dos conjuntos acabaron con diez por las expulsiones del verdiblanco Caballero (79´) y el industrialista Orife (89´).