Conil y Arcos firmaron un encuentro que tuvo de todo y que resultó muy emocionante para los pocos seguidores que se acercaron al Pérez Ureba. Goles, penaltis, ocasiones, expulsiones, alternativas en el juego, incertidumbre en el marcador... Al final el empate se puede considerar justo y mantiene a los dos equipos en la zona de privilegio de la clasificación.

Comenzó muy fuerte el equipo de Manolo Rueda gozando de ocasiones para Guti, Juanlu y Pedro que el larguero y el portero Olmedo abortaron cuando el balón apuntaba a llegar al fondo de la portería. Este arranque llenó de buenas sensaciones a la parroquia local, que se frotaba las manos pensando que su equipo iba a ser el primero en marcar.

Pero el respetable no contaba con Javi Sotelo, uno de los jugadores más desequilibrante de la provincia. En el primer balón con síntomas de gol que recibió el delantero gaditano, tras un mal despeje de Rosa, puso por delante al Arcos, que haciendo más bien lo justo tomaba ventaja en el choque.

El Conil no renunció a su papel de equipo aspirante y 14 minutos después llegó la jugada que dio paso al empate. Zúñiga derribó a Molina cuando el conileño estaba a punto de sentenciar a Olmedo, lo que fue entendido por el colegiado como penalti. Narváez, el experto, no acertó a marcar pero el árbitro mandó repetir el lanzamiento; el conileño ahora marcó y otra vez el colegiado obligó a una segunda repetición, anotando por segunda vez el jugador.

El Conil se creció con el gol y la superioridad numérica, por lo apretó de lo lindo al Arcos para lograr un segundo tanto que le pusiera por delante. Pero poco antes del descanso el árbitro entiende que Beardo agrede a Doña, por lo que le muestra la cartulina roja. Las fuerzas equilibradas.

En la reanudación, Sotelo fue la pesadilla de la zaga conileña provocando la expulsión de Faly y gozando de ocasiones. Los locales no fueron menos con una clara oportunidad para Baena que pudo dejar los puntos en casa, aunque Olmedo demostró una vez más que tiene madera de portero.