El portugués Cristiano Ronaldo ganó en París el Balón de Oro al mejor futbolista del mundo, que entrega la revista France Football, por quinta vez en su carrera, e igualó así la cantidad de premios ganados por el argentino Lionel Messi. Sin embargo, si se toman en cuenta todos los galardones a mejor futbolista, el astro del Real Madrid aventaja ahora al del Barcelona con ocho distinciones contra seis.

En la elección de la prestigiosa revista francesa, Cristiano superó a Messi y a Neymar, ex jugador del Barcelona y actualmente en el París Saint-Germain.

Detrás de ellos se situaron el italiano Gianluigi Buffon, el croata Luka Modric, el español Sergio Ramos, el francés Kylian Mbappe, el francés N'Golo Kanté, el polaco Robert Lewandowski y el inglés Harry Kane para completar los diez primeros lugares.

A los 32 años, el palmarés de Cristiano luce ya con cinco Balones de Oro, un FIFA World Player y dos premios The Best.

Messi, el gran rival del luso en la última década, suma por su parte a sus 30 años cinco Balones de Oro y un FIFA World Player. No obstante, cabe un matiz: Cristiano Ronaldo cuenta con tres dobletes de premios (2008, 2016 y 2017) y Messi sólo con uno (2009), ya que entre 2010 y 2015 -la mejor época del argentino- la FIFA y France Football se unieron para entregar el FIFA Balón de Oro.

Hay que remontarse hasta 2007 para ver a alguien (el brasileño Kaká) que no sea Cristiano Ronaldo o Messi recibiendo un premio al mejor jugador del planeta. Cuándo y quién será el que ponga fin a este duopolio es difícil de calcular, con los dos atacantes empeñados en estirar su hegemonía reinventándose todo lo que haga falta.

Tras guiar al Real Madrid al doblete de Liga de Campeones y Liga española, Cristiano Ronaldo era el gran favorito para conquistar por segundo año consecutivo el premio que entrega la prestigiosa revista francesa, después de su divorcio con la FIFA en 2015. Los pronósticos no se equivocaron.

El doblete, y sobre todo la monstruosa actuación de Cristiano en la Champions, decantaron la balanza. Marcó cinco goles al Bayern Múnich en cuartos, un hat-trick al Atlético de Madrid en semifinales y decidió el duelo por el título ante la Juventus con dos tantos.

Semejante número de goles en esas instancias suele ser decisivo para ser elegido como el mejor del mundo. Y más en un año como 2017. Sin Mundial, Eurocopa o Copa América, la Champions fue el premio mayor, y allí la estrella fue Cristiano.

El luso es un eterno desafío. A sus 32 años sigue discutiendo con números a aquellos que anuncian su ocaso. Sin ir más lejos, el miércoles se convirtió en el primer futbolista de la historia en marcar en los seis partidos de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Otro récord más.

Si se echa la vista atrás, se puede hablar casi de una resurrección del portugués. En 2012, Messi era el indiscutible monarca del trofeo. Acababa de ganar su cuarto Balón de Oro y su reinado no parecía tener fin. Además, disfrutaba de jugar en el mejor equipo del momento, aquel Barcelona de Guardiola que tanta admiración causaba.

Pero Cristiano Ronaldo, que entonces sólo tenía un galardón, se rebeló contra aquella tendencia y cuatro de los últimos cinco Balones de Oro -incluyendo el de ayer- estarán en el museo personal que el astro del Real Madrid tiene en Madeira, su ciudad natal. Contradiciendo a su filosofía natural, el trofeo de France Football tiene un alto componente colectivo: lo gana la estrella del equipo triunfador de la temporada. O de la selección del momento. Así, los tres últimos galardones de Cristiano -2014, 2016 y 2017- coincidieron con las conquistas del Real Madrid en la Liga de Campeones.