Efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se personaron en la mañana de ayer en Sevilla en la sede de la Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) para, como en las sedes de otras federaciones territoriales, pedir distinta documentación, tras lo que el presidente del organismo, Eduardo Herrera, manifestado que las distintas delegaciones territoriales implicadas "tendrán que pagar sus culpas".

Fuentes de la RFAF informaron que los miembros de la UCO solicitaron documentación desde el año 2009 relacionada con la Federación Española de Fútbol, cuyo presidente, Ángel María Villar, fue ayer detenido junto a su hijo Gorka en el marco de una operación anticorrupción ordenada por la Audiencia Nacional.

Herrera consideró que "es muy malo para el fútbol lo que está ocurriendo y que el mandato de Villar acabe como parece que va a terminar", ya que señaló que "hubiera sido mejor que esto le hubiera pasado" al presidente de la RFEF "fuera de la federación".

"Es algo que le va a producir un daño terrible al fútbol", aseveró el presidente de la federación andaluza, quien abundó en que "las territoriales implicadas tendrán que pagar sus culpas".

La Federación Andaluza no fue la única delegación terrotorial que vio cómo registraban ayer su oficina, puesto que las sedes federativas de otras regiones como Tenerife, Valencia, Ceuta y Melilla también fueron registradas por los agentes de la Guardia Civil en busca de más documentación valiosa dentro de la Operación Soule.