El Sevilla y el Barcelona, un mes después de que se vieran las caras en el Sánchez Pizjuán en la ida de los octavos de la Copa del Rey, vuelven a medirse en el estadio sevillista, aunque ahora el equipo andaluz busca reengancharse a los puestos europeos y el catalán apretar su lucha por la Liga.

Ahora la historia es distinta, con un Sevilla que llega de enlazar dos triunfos consecutivos y que ha recortado algo el terreno perdido, y un Barcelona que se presenta con la necesidad imperiosa de ganar para que el éxito de la pasada jornada, en la que le recortó tres puntos al líder Real Madrid -ahora son seis de desventaja-, no sirva para nada.

Para este choque, Manolo Jiménez tiene las buenas noticias de contar con el lateral derecho brasileño Daniel Alves tras prosperar las alegaciones y no ser sancionado. También están a disposición del técnico sevillano los dos jugadores malíes que regresaron con molestias de la Copa de África y que no participaron en la victoria en Huelva, el delantero Kanouté y el centrocampista Keita.

Pese a ello, Jiménez tiene problemas en defensa por las lesiones de Javi Navarro y Crespo, y la sanción del colombiano Mosquera. Además, el serbio Dragutinovic y el argentino Fazio están algo mermados físicamente y son duda, mientras que son bajas seguras dos delanteros, el uruguayo Chevantón y el marfileño Koné.

Por su parte, el Barça se queda sin referencia en ataque, ya que a la baja de Eto'o, que mañana juega la final de la Copa de África contra Egipto, se ha sumado la de Bojan, aquejado de una fuerte gastroenteritis que ya le impidió debutar con la selección. Así, Henry jugará de nueve, y le acompañarán Iniesta y Messi, salvo que Ronaldinho entre en el once y el manchego retrase su posición.

En medio campo tampoco hay muchas opciones. Touré Yayá no ha regresado de la Copa de África y el puesto de mediocentro se lo disputarán Márquez y Edmilson. El problema para el mexicano es que ha jugado un amistoso con la selección de su país y ha llegado con el tiempo justo para ir con la expedición. Para colmo, Deco tiene molestias en el tobillo izquierdo y no estará, y si Iniesta juega como delantero, Rijkaard sólo tiene dos jugadores disponibles: Xavi y Gudjohnsen. Tampoco se salva la defensa. Puyol y Zambrota son bajas por lesión, por lo que entrarán Oleguer y Thuram.