El Atlético de Madrid se situó ayer provisionalmente a cuatro puntos del Barcelona, líder de la Liga, al ganar 4-0 al Leganés con un espectacular póquer de goles de Antoine Griezmann.

El encuentro sirvió para que el conjunto rojiblanco pusiera toda la presión sobre el Barcelona en su visita de hoy a Las Palmas y para confirmar el tremendo momento de forma de Griezmann.

Si el francés firmó el domingo tres goles en el triunfo en campo del Sevilla, ante el Leganés superó la cuenta con un tanto más. Siete goles en dos partidos, una cantidad sólo al alcance de un auténtico crack. Ante el Leganés dio un recital. El conjunto visitante, con un equipo con numerosos reservas, enseñó las garras hasta que se rindió al talento del goleador atlético. Fue un Griezmann completamente desencadenado.

Lo primero que hizo el astro atlético fue estrellar un lanzamiento de falta en la madera y lo siguiente fue inaugurar su cuenta de goles. A los 26 minutos, recibió un gran pase de Koke y definió con calidad ante Pichu Cuéllar.

El segundo tanto, y ya la sentencia prematura, ocurrió a los 36 minutos en una falta directa en la que el guardameta forastero pudo hacer algo más, aunque el disparo llevaba toda la intención.

Griezmann siguió con su recital y el tercer gol, a los 56 minutos, fue una maravilla. Dejó pasar un balón, buscó el desmarque, atacó el buen centro de Filipe Luis y marcó de cabeza.

El francés cerró su póquer a los 67 minutos al aprovechar un gran pase de Diego Costa, un jugador con el que está mezclando muy bien para llevar el pánico a los defensas rivales. Nunca antes un francés hizo cuatro goles en un partido de la Liga.

Ahí se paró el Atlético de Madrid, que se ganó el derecho a soñar. El domingo visitará al Barcelona como máximo a siete puntos del líder. Tiene la oportunidad de recuperar la emoción para la Liga y eso es algo que cada vez es más posible con el estado de forma que está mostrando Griezmann en este tramo de la competición. Griezmann contra Messi, el cartel no puede ser más atractivo.