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Fútbol l Segunda División A

Martí enciende todas las alarmas en la Real

  • El jugador cedido por el Sevilla es duda por unas molestias y puede dejar aún más mermado el centro del campo de Lillo

El entrenador de la Real Sociedad, Juanma Lillo, puede tener problemas para alinear un centro del campo de garantías ante el Cádiz, porque a las ausencias conocidas de los titulares Mikel Aranburu, por lesión, y Gaizka Garitano, sancionado, tiene ahora la duda de Pep Martí .

La ausencia de este futbolista, cedido por el Sevilla, y el mejor jugador del equipo en los últimos partidos, quien sufre sobrecarga de isquiotibiales en su muslo derecho, sería muy gravosa para la Real porque tendría que buscar sustitutos a dos jugadores como son Aranburu y el propio Martí y, por otra parte, jugarían en la línea de creación hombres poco conjuntados.

Los médicos van a cuidar con mimo la pierna de Martí para que el domingo pueda saltar al Ramón de Carranza y por el momento le han aconsejado reposo y tratamiento durante los próximos días hasta la desaparición de las molestias. Otro que podría perderse el partido es Carlos Martínez, el joven lateral derecho, quien sufre una tendinitis del flexor en un dedo del pie y ayer tuvo que abandonar el entrenamiento con su equipo.

José Luis Martí, el único centrocampista disponible para Cádiz entre los fijos de Juanma Lillo y uno de los jugadores más determinantes del actual plantel txuri urdin, encendió ayer todas las luces de alarma en Zubieta. Los médicos de la Real aconsejaron al jugador mallorquín que no se entrenara debido a las molestias que arrastra en la parte posterior del muslo izquierdo y, pese a que es previsible que pueda jugar el domingo, de momento tendrá que someterse a "tratamiento y reposo deportivo durante unos días, hasta que desaparezcan las molestias", según reza el parte médico.

Martí ya dio un tremendo susto el domingo, ante el Sevilla B, cuando se frenó en seco echándose la mano a la parte posterior del muslo al perseguir un balón en el lateral del área junto a un rival. Anoeta entero enmudeció, conscientes del peso específico del balear en el juego realista. Martí pudo terminar el partido sin aparentes problemas pero el primer entrenamiento de la semana, el martes, desveló que los dolores no eran historia. Pese a que el mediocampista completó la sesión de anteayer, al terminar la misma, estirando no dejó de tocarse la zona dolorida, dejando entrever que la lesión no estaba del todo olvidada. Ayer ni siquiera llegó a saltar al césped.

El contratiempo adquiere grado de drama al coincidir con las lesiones de Mikel Aranburu y Xabi Prieto y la sanción de Gaizka Garitano. Si Martí tampoco pudiera jugar, Lillo se vería obligado a reconstruir casi todo su centro del campo de confianza ya que ante el Celta, por ejemplo, jugaron de salida todos ellos junto a Fran Mérida. El triángulo que forman Martí, Garitano y Martí, de hecho, se ha convertido en la referencia fundamental del nuevo entrenador realista y el mallorquín, desde que debutó en Córdoba -pese a ser suplente dio un recital en los 39 minutos que jugó- ha disputado los siguientes quince partidos íntegramente, salvo tres minutos en El Ejido, donde fue sustituido.

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