Osasuna y Real Madrid cierran la decimosexta jornada de Liga, la primera del 2010, con una auténtica batalla en el Reyno de Navarra, terreno siempre hostil para el conjunto madridista, donde José Antonio Camacho conoce a la perfección virtudes y defectos del rival y Manuel Pellegrini pide "espíritu competitivo".

Inicia el año Osasuna con la esperanza de sorprender al segundo clasificado, tras haber recuperado pólvora en ataque y después de finalizar 2009 con dos derrotas consecutivas. El equipo rojillo mantiene una renta de cuatro puntos respecto al descenso, pese a los tropiezos seguidos ante el Mallorca y el Athletic Club, partidos en los que no dispuso de sus dos delanteros referencia: Aranda y Pandiani, recuperados ya para el choque ante el Real Madrid.

Osasuna podrá ofrecer su mejor versión ofensiva tras la recuperación del malagueño, formado en la cantera madridista, y del uruguayo, máximo goleador del equipo, aunque ya hace mucho tiempo que se quedó en 6 goles, después de un inicio de Liga en racha. Sin embargo, los problemas para Camacho vienen en defensa, ya que son bajas tres de los cuatro zagueros titulares en Bilbao.

Josetxo es baja por sanción y Oier se lesionó de gravedad en San Mamés, lo que ha llevado al club a repescar a Jon Echaide, cedido al Huesca. Además, Sergio Fernández regresó lesionado de las vacaciones navideñas y está descartado, mientras que Azpilicueta tiene problemas musculares. Recibió el alta a última hora junto a Monreal, Aranda y Delporte.

Ante las bajas de los dos centrales titulares en Bilbao, jugarán Miguel Flaño y el brasileño Roversio, que debutará en Liga tras su grave lesión de rodilla. La incógnita es saber si Camacho alineará a Azpilicueta, Aranda y Monreal (ausente los últimos cinco partidos) y, en caso contrario, baraja las alternativas de Echaide, Masoud y Calleja.

El encuentro ha sido declarado de ayuda al club. Los socios deberán pasar por taquilla para ver de cerca al Real Madrid y crear uno de los climas más hostiles en contra del conjunto madridista.

Salvo el año pasado cuando llegó con todo decidido y el equipo blanco cedió, en los últimos precedentes supieron imponerse al ambiente en contra, con una goleada hace tres temporadas liderada por Van Nistelrooy, autor de cuatro tantos, o el gol de hace dos campañas de Higuaín con el que el Real Madrid selló su último título liguero.

En el presente, llega al Reyno de Navarra con Pellegrini pidiendo a la plantilla que mantenga la misma mentalidad, el "espíritu competitivo", que les condujo en diciembre a ser el equipo más goleador de las grandes Ligas europeas con 2,6 tantos por partido.

Lo tendrá que hacer aún sin Kaká, recuperado de su pubalgia pero fuera de la lista por precaución. Dado el nivel de juego alcanzado en los últimos encuentros no preocupa su ausencia y se mide al detalle su regreso. Tampoco estarán en Pamplona Pepe, Mahamadou Diarra, Guti y Van Nistelrooy. Recupera Pellegrini a Xabi Alonso, al que entrega el mando, y mantiene en el centro de la zaga a Garay como sustituto de Pepe.