El Liquigas dio la sorpresa en la cuarta etapa del Giro de Italia, una contrarreloj por equipos de 33 kilómetros entre Savigliano y Cuneo, y efectuó un doble golpe al hacerse con el triunfo parcial y situar muy bien en la general a Vincenzo Nibali, nueva maglia rosa, e Ivan Basso. La formación italiana no contaba entre los favoritos a hacerse con la victoria en la primera jornada en suelo transalpino, pero se llevó el premio con un gran tiempo de 36:37, pese a no tener tantos especialistas contra el crono como otros equipos. Así, el Liquigas fue el gran beneficiado del día, mientras que entre los damnificados, el principal fue el BMC Racing del australiano Cadel Evans, que cedió demasiado tiempo; mientras que el Cervélo de Carlos Sastre salvó con nota la jornada. Sin embargo, el equipo se encontrará ahora con otro problema en cuanto al liderazgo, ya que Nibali y Basso están separados por 13 segundos y ambos parecen capacitados para optar al triunfo o al podio en Verona, aunque el primero llegó a la carrera de rebote tras la suspensión de Franco Pellizotti. Por su parte, Carlos Sastre olvidó por un día los problemas de las primeras etapas con el sexto puesto, a 38 segundos del vencedor, pero aún así se queda a más de dos minutos de Nibali y Basso en la general.

Hoy se disputará la quinta etapa, que discurrirá entre las localidades de Novara y Nova Ligure, sobre 162 kilómetros y propicia para una llegada masiva.