Cádiz-Marbella

Lanzado al liderato (5-0)

  • La holgada victoria y la primera derrota del UCAM Murcia dejan el trono a tiro de piedra Aulestia para un penalti todavía con empate antes del festival goleador de los amarillos

La fruta del liderato madura a pasos agigantados. Es cuestión de tiempo, de poco si no se rompe la tendencia trazada en los últimos tiempos. El Cádiz lleva, con ésta, ocho jornadas en la segunda posición y ha llegado el momento de dar el paso al frente. No depende más que de sí mismo para arrebatar, muy pronto, el trono al UCAM Murcia, que ayer perdió por primera vez esta temporada (1-0 en la visita al Córdoba B) mientras el equipo gaditano hizo los deberes con una goleada al Marbella anunciadora de lo que está por llegar si nada se tuerce. Un punto, sólo uno, separa al Cádiz de un liderato que será suyo si suma en el encuentro aplazado contra el Jaén programado para el día 11 y antes no falla en Granada. Mientras el cuadro universitario da síntomas de debilidad -sobre todo cuando ejerce de visitante-, el Cádiz pone la directa con un balance en 2015 que no admite discusión. Cuatro victorias en otros tantos encuentros, con 13 goles a favor y ninguno en contra. Y eso que ayer llegó a pasar dificultades en la primera parte frente a un Marbella envalentonado que desperdició un penalti con empate a cero. Aulestia salió al quite para evitar el gol y a renglón seguido marcó Óscar Rubio. Ofrecieron dos caras los amarillos, que pasaron del sufrimiento al festival goleador para deleite de una hinchada que disfrutó de lo lindo tras el descanso. La cara negativa, los 45 minutos iniciales, con un fútbol errático pese a marcharse al descanso con una ventaja mínima. La positiva, una segunda parte de ensueño en la que exprimió todo su potencial para triturar a un adversario desaparecido tras el segundo tanto. Óscar Rubio se estrenó como goleador cadista para abrir la lata, Airam Cabrera firmó su primer doblete del curso y Jona no faltó a su cita anotadora después de que Migue García también se sumara a la fiesta en una mañana que terminó siendo perfecta porque fueron seis puntos, los ganados en casa y los perdidos por el UCAM.

 

Claudio aplicaba la lógica al colocar a Óscar Rubio en el lateral derecho y a Navarrete en el centro del campo como sustitutos de los sancionados Mantecón y Garrido.

El Marbella sorprendía con una inesperada salida en tromba y de hecho a punto estaba de marcar a los 3 minutos tras un centro que se comía Aulestia pero no encontraba rematador. Respondían de inmediato los locales a la salida de un córner que casi culminaba Josete muy cerca de la portería.

 

En el primer cuarto de hora quedaba claro que nada iba a tener que ver el partido en casa ante un rival bien armado, al menos en el tramo inicial, con los anteriores adversarios que apenas habían presentado batalla (Arroyo, Córdoba B, Lucena). Los costasoleños se mostraban valientes, discutían la posesión del balón a un Cádiz dubitativo, sin ideas, que jugaba a tirones carente de velocidad. Tenía que sudar mucho más para quedarse con los tres puntos.

 

Un zapatazo de Juan Villar dentro del área que se estrellaba contra un defensa se convertía en la aproximación más peligrosa de los primeros 20 minutos. Poco más ofrecía un equipo espeso que no conseguía descifrar el planteamiento de los pupilos de Pablo Alfaro. 

 

Las incursiones en el área de los amarillos era esporádicas, en acciones aisladas, e incluso desordenadas, fruto de la voluntad más que del acierto. En el 26, Jona se escapaba de su par, se plantaba solo ante Francis aunque muy escorado y su disparo lo sacaba a córner el portero. De ese saque de esquina nacía una jugada polémica muy protestada por los jugadores locales y la afición. Fran Machado remataba de cabeza y un defensa despejaba el esférico en la línea de gol, aunque los anfitriones reclamaban que la pelota había entrado o que incluso el zaguero le había dado con una mano.

 

A falta de juego, más polémica. En el 35, Navarrete era agarrado con claridad cuando se disponía a cabecear nada más ingresar en el área, pero el árbitro no quería saber nada y mandaba seguir. Intentaba apretar el Cádiz en busca de un gol antes del descanso ante un Marbella que no renunciaba al ataque y apenas sufría atrás, ni siquiera cuando los amarillos disponían de una falta pegada a la frontal del área que Juan  Villar no aprovechaba con un flojo lanzamiento raso a las manos del cancerbero.

Cuando parecía que el descanso iba a llegar sin novedades, lo más interesante de la primera mitad se concentraba en los últimos minutos antes del pitido del colegiado, que en el 42 no dudaba en extender su brazo derecho para señalar el punto de penalti por un claro agarrón de Servando a Diego Segura. El Cádiz corría peligro de verse por debajo en el marcador en casa después de mucho tiempo (habría que remontarse al partido contra el Cacereño), pero Aulestia se erigía en salvador y repelía con pierna derecha el lanzamiento centrado de Verdú. La portería seguía intacta en 2015.

 

La vida le daba una nueva oportunidad a un Cádiz que pisaba el acelerador antes del intermedio. En el 45, Jona no controlaba el esférico cuando se quedaba solo delante del portero tras una falta. Era el preludio del primer gol, que subía al primitivo marcador de Preferencia en la prolongación. Óscar Rubio celebraba su vuelta a la titularidad con un zurdazo desde la frontal del área que ponía el balón dentro de la portería junto a un palo. Un golazo. Del posible 0-1 se pasaba al 1-0 en un abrir y cerrar de ojos y los gaditanos se marchaban al descanso con un ventaja con la que no contaban un par de minutos antes.

 

La segunda parte fue otra historia. El Cádiz se desmelenaba y convertía en un juguete a un rival abrumado por tanta superioridad. El arranque de la reanudación no se asemejaba nada al de la primera parte. Los hombres de Claudio salían a por todas, sin dejar la mínima concesión a un Marbella que, tras haber ofrecido una grata imagen, bajaba los brazos cuando Airam Cabrera, en el minuto 50, elevaba el 2-0 al rematar solo en el segundo palo tras la prolongación de Juan Villar. El canario la había tenido poco antes con una preciosa vaselina desde la frontal del área que se estrellaba en el larguero. Si entra, se cae el estadio.

 

Nada mejor que el segundo tanto para acabar con la resistencia de un rival que dejó de serlo desde entonces. El partido pasaba a ser un monólogo de los amarillos, que esta vez sí trenzaban pases sin detener la producción de oportunidades. En el 52, Francis despejaba un remate de Espinosa tras una acción de estrategia cinco minutos antes de la única ocasión de los marbellís tras el descanso, cuando Aulestia desviaba un intencionado centro chut de Pato.

 

Los inquilinos del Carranza hallaban agujeros en la defensa visitante. Las aproximaciones al área eran tan frecuentes que parecía imposible que no llegaran más goles. De nuevo Airam Cabrera, en el 67, se encargaba de ampliar la cuenta al resolver con frialdad un mano a mano con Francis tras recibir de Jona. El tinerfeño, de nuevo en feliz matrimonio con el gol, finiquitaba el encuentro y ya sólo quedaba por saber el alcance de la goleada.

 

En plena orgía goleadora, no tardaba en llegar el cuarto. Dos minutos después, una contra mortal la culminaba Migue García, ya sobre el césped ubicado en el extremo derecho. El jiennense se internaba en el área, regateaba a un defensa y su disparo lo rechazaba el arquero pero el balón rebotaba en Edi y se colaba en la portería. El zurdo hablaba con el árbitro para negociar la autoría del tanto, que había sido en propia meta. De ahí hasta el final generaba más ocasiones un Cádiz que si no marcaba más era porque se gustaba demasiado. No podía faltar el gol de Jona, en el 90 al transformar el malagueño un penalti que redondeaba una mañana perfecta.

 

Ficha técnica:

Cádiz CF: Aulestia; Óscar Rubio, Servando, Josete, Andrés Sánchez (Tomás, 77’); Navarrete, Juanma Espinosa; Juan Villar (Migue García, 60’), Fran Machado (Kike Márquez, 73’), Jona y Airam.

Marbella FC: Francis; Expósito, Marcos, Paco Aguza (Edi, 55’), Verdú; Jose, Diego Segura, Carlos, Ovidius (Guillem, 57’), Pato (Álex Herrera, 73’) y Diego Segura.

Goles: 1-0; Óscar Rubio (47’). 2-0; Airam (51’). 3-0; Airam (69’). 4-0; Migue García (70’). 5-0, Jona, de penalti (90’).

Árbitro: Eduardo Moya Baena, del colegio andaluz. Mostró cartulina amarilla a Juan Villar y Juanma Espinosa, del Cádiz CF y a Josu, por el Marbela FC.

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