El Sanluqueño, con jugadores a prueba y varios juveniles, se impuso con justicia en el Gutiérrez Amérigo a un Chipiona al que superó en la segunda mitad, aprovechando el rosario de cambios en las filas de Manolo Perdigones, tras una primera mitad más igualada.
En efecto, el primer acto fue parejo, con ligero dominio del Sanluqueño gracias a la buena labor de José Mari y Fran en el centro del campo, pero prueba de que las fuerzas estuvieron niveladas es que apenas hubo ocasiones además de la del Atleti en el 25, cuando Pescola se lució a zapatazo de Fran.
Adri Pino, Gallero y Antonio Blanco cumplieron en su particular examen el Sanluqueño, sobre todo el último, una auténtica pesadilla para el Chipiona en la primera mitad, aunque los goles no llegaron hasta la segunda: Miranda resolvió por bajo una melé en el área para hacer el primero y el segundo lo firmó Juanito en brillante jugada personal, driblando a defensas y batiendo por bajo a Adri.
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