Uno de los pocos jugadores que se puede salvar de la quema de la temporada recién terminada es Gustavo López. El argentino sorprendió a casi todos los cadistas por una profesionalidad a prueba de bomba, con lo que se ganó la renovación por una campaña más. El descenso ha truncado los planes y ahora el futbolista comenta en la prensa de su país que no se puede comprometer con Independiente, el club donde se formó, porque está a la espera de lo que suceda con el fallo del Comité de Competición. Él no descartaba recientemente jugar en Segunda B, pero seguramente el Cádiz necesitaría a otro tipo de jugador en esa categoría.

Está de vacaciones en la localidad de Mendoza y responde a los que lo vinculan con Independiente para concluir allí su carrera. "Dependo del fallo del descenso del Cádiz para tener vía libre. Y estoy a la espera de eso. Si el equipo se queda en Segunda A, cuento con un año más de contrato. Había firmado un contrato por objetivos: cantidad de partidos por jugar, no tener lesiones... Y cumplí con todo. Veré qué es lo que hago con lo de España. Voy a viajar la semana que viene. Y esperemos el desarrollo de los acontecimientos. Yo a Julio Comparada -presidente de Independiente- siempre le digo que tengo el deseo de volver, pero aún hay que resolver algunas cuestiones más".

Tras pasar por clubes que marcaron su carrera, como el Celta, ahora desearía reencontrarse con la institución en la que se formó: "Me encuentro muy bien, tanto futbolística como físicamente. Jugué muchos partidos y no tuve lesiones en los últimos 4 ó 5 años. Eso siempre ayuda. Soy hincha de Independiente, me formé ahí, mi corazón está ahí y todos saben el cariño que yo siento. Se decidirá en pocos días".