La familia rugbística de El Puerto, muy numerosa gracias a que los muchísimos años de intensa actividad del querido Portu han servido para que miles de portuenses, desde pequeñines hasta veteranos, practicaran el deporte del oval, está destrozada por culpa del repentino fallecimiento a los 33 años de edad de José Luis Caballero Wilito, jugador del primer equipo gualdiverde los tres últimos lustros y además miembro de la junta directiva que tomó las riendas del club hace un bienio.

La muerte le sobrevino en Sevilla el lunes cuando se estaba aseando en el cuarto de baño, momento en el que cayó desplomado y después del cual ya no se le pudo reanimar por parte de los servicios médicos que acudieron. Ayer por la mañana se le efectuó la correspondiente autopsia para conocer las causas de un óbito tan inesperado por tratarse de un joven deportista al que jamás se le había apreciado ningún tipo de problema en los reconocimientos llevados a cabo a lo largo de su brillante trayectoria como jugador de rugby. Por la noche, una vez trasladado su cuerpo hasta el tanatorio de su localidad natal horas antes, fue despedido en un mar de lágrimas por familiares, amigos y compañeros.

Wilito pertenecía a la primera plantilla senior del Atlético Portuense desde que alcanzó la mayoría de edad, pero en realidad se había iniciado en la práctica del rugby casi cuando comenzó a andar, pasando por todos los escalafones de la fructífera cantera del CRAP. En aquella época incluso fue convocado por la Federación Española para formar parte de una de las selecciones nacionales de categorías inferiores.

Así siguió los pasos de su padre, Wilo. Este es toda una institución en el CR Atlético Portuense, ya que no solo figuró entre los fundadores del club sino que jamás se desligó del mismo, como jugador -luego siguió actuando con los veteranos- o directivo desde que se formó la primera junta. Curiosamente, Wilo ejercía de vicepresidente cuando Pepe González y sus hombres de confianza decidieron que era hora de dar el paso a nuevas generaciones, un relevo en el que también salió Wilo para entrar su hijo Wilito como vocal del grupo encabezado por José Antonio Cobos.

Pepe González, ex presidente, se mostraba roto por la pena ayer por la mañana: "Es un palo gordísimo. Se trataba de un deportista fantástico, de los mejores que ha tenido el club. Era un compañero ideal, una gran persona. Su familia ha dejado siempre una huella profunda en el club y esto hace que la tristeza sea mayor aún. Wilito creció entre nosotros y es -hablaba en presente- amigo de nuestros hijos. Le queríamos como si fuera un miembro más de nuestras familias".