Fútbol l Tercera División

Estéril victoria de la Balona

  • Pese a derrotar al Coria, los albinegros se quedan fuera de la fase de ascenso

balona: David Zamora, Francis, Javi Flores, Alberto Merino, Steven, Ismael Chico, Biri (Domingo, 63'), Javi Catalán, Lucho Álvarez (Copi, 68'), Nacho Fernández (Ezequiel, 84') y Joseph. coria: Isco, Garrido, Juan José (Daniel, 46'), Juan Carlos, Germán (Luis, 79'), Quintero, Curro, Masegosa, Rubén Sánchez, Jorge (Melquiades, 46') e Ismael. Árbitro: Domínguez Cervantes (malagueño). Casi perfecto. No mostró tarjetas. Gol: 1-0 (9') Lucho Álvarez. Incidencias: Encuentro de la trigésimo octava jornada de Liga en el grupo X de Tercera división, disputado en el estadio Municipal de La Línea ante un millar de aficionados.

Esta vez no hubo milagro. La Balona cumplió con el expediente con un pírrico triunfo sobre el Coria, que debió ser más amplio, pero se quedó sin una plaza en la mal llamada liguilla por mor del más que previsible triunfo del Marinaleda en su fortín. Calculadoras al margen, los albinegros no están esta temporada en la segunda fase porque el fútbol, en su infinita sabiduría, no podía conceder semejante premio a un conjunto que no lo merecía.

El partido fue triste, extremadamente triste. Ni la propia afición, desencantada hace tiempo, creyó en el milagro. La prueba del algodón estaba en la grada: ni ambiente de fiesta ni llenazo. Nada. Por su parte, el Coria llegó a La Línea a cubrir el expediente.

La actitud del rival era tan indolente que en los minutos uno y tres la Balona ya tuvo sus primeras ocasiones. Y que en el nueve un balón largo de Javi Flores lo transformó en gol Lucho Álvarez.

Los dos actores de la jugada del gol firmaron las oportunidades antes del intermedio. Pero el marcador no se movía. La Balona volvió al campo sabiéndose ya ajusticiada porque el Marinaleda ganaba antes del descanso. Pero eso no evitó que siguiese controlando el juego en todos los aspectos y que disfrutase de opciones para haber endosado al conjunto ribereño hasta una goleada.

En gran medida porque Javi Catalán tenía las ideas muy claritas y andaba con chispa. Y también porque esta vez la mayoría estaba con un poquito más de ganas que el rival, lo que tampoco precisaba de un ejercicio de sacrificio más allá de lo exigible. Pero ni ese dominio incontestable provocó reacciones entre sus incondicionales.

Los visitantes empezaron a mover el banquillo sin conseguir que su fútbol mejorase. Bien es verdad que esa última entrega de la temporada los albinegros se toparon con un enemigo inesperado, el meta Isco, que realizó varias paradas de muchísimo mérito. Alguien del Coria tenía que estar a la altura para evitar la debacle.

Nacho por dos veces en la misma acción, Domingo y Copi pusieron a prueba al cancerbero visitante en acciones con marchamo de gol que acabaron en el limbo. Los forasteros sólo inquietaron en un balón interior al que Melquiades no llegó no se sabe muy bien por qué.

El pitido final deja ese cruce de sensaciones entre el final de un ciclo y la curiosidad por ver qué sucederá en el futuro. Mal regusto para una hinchada aburrida que soñó al principio con un año de bienes y se queda al final con una temporada sombría. Así es el fútbol. Así es la Balona.

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