Cádiz | elche · el ambiente

Enfado general con el mundo

Nueva tarde de crispación y ausencia de fútbol y victoria en el Ramón de Carranza, esta vez con el Elche como invitado. Que el cadismo está muy quemado a estas alturas de la competición no se le escapa a nadie y ayer, durante otro capítulo del lastimoso caminar del Cádiz por esta Liga, la grada mostró su malestar, su enfado con el mundo, durante varios momentos de la tarde. El equipo -espeso a más no poder al inicio del partido- no fue el único que hizo a florar los pitos del respetable, con amagos de bronca gorda en los minutos 26 y 29 de la primera mitad y continuación, aún más sonora, cuando se llegó al descanso. Y con razón. El Cádiz no había tirado a puerta en 45 minutos y sólo había creado una jugada medio trenzada. Las 12.978 almas que aguardaban el inicio del segundo tiempo no tuvieron que soportar, gracias a Dios, otros 45 minutos tan malos. El Cádiz mejoró, mostró más ambición e incluso marcó, pero ahora serían otros detonantes los que harían estallar al graderío. Por el ejemplo, el colegiado gallego Amoedo Chas, que -sin faltarle razón- arruinó en los últimos minutos lo que parecía una victoria amarilla señalando un penalti a favor de los visitantes. Pero lo que más dolió , sin duda, salió de las bocas del medio centenar de seguidores ilicitanos que seguían el choque en Preferencia: "A Segunda B, a Segunda B". Ahí se desató la batalla dialéctica entre ambas aficiones, con victoria moral de los foráneos y a los puntos de los locales. Esa fue la despedida, gritos alicantinos que despertaron a los fantasmas de descenso. ¡Qué miedo!

P.D. Ánimo a la voluntaria de la Cruz Roja que pegó el resbalón.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios