Rally lDakar 2012

El Dakar se cobra una nueva víctima

  • El argentino Martínez Boero fallece tras un accidente con su moto en el transcurso de la primera etapa

La tragedia no es un accidente en el Dakar. Es su cotidianidad. La caída mortal del argentino Jorge Martínez Boero ayer desde su moto Beta durante la primera etapa de la edición 2012, a 55 kilómetros de Necochea, provocó la cuarta víctima en las cuatro ediciones que el rally lleva en Sudamérica.

A veces los pilotos. Otras, los espectadores. Pero también simples transeúntes. El Dakar es de esas pasiones que matan.

En el debut de la aventura en Argentina, en 2009, el francés Pascal Terry falleció por un edema pulmonar en un camino de La Pampa. Fue en su propia ley, al lado de su moto. Al año siguiente, en Córdoba, llegó el turno de una aficionada, Sonia Gallardo, que estaba a un costado del camino y fue atropellada por uno de los vehículos del rally.

En 2011, también en Argentina, el peón rural Marcelo Reales manejaba su propia camioneta por una ruta provincial de Catamarca cuando fue embestido por el auto del argentino Eduardo Amor.

Agotado por el esfuerzo de haberse perdido el día anterior en las dunas de Fiambalá, Amor se quedó dormido en un tramo de enlace, en la ruta 60, en Tinogasta. El choque fue oblicuo. Al día siguiente, en el entierro de Reales, no hubo flashes ni cobertura mediática. No sólo fue una muerte silenciosa: fue, sobre todo, una muerte injusta. Contabilizar la cantidad de muertes que ocasionó el Dakar, desde su debut en 1979, es una tarea inútil.

Según recordó ayer la web de la revista argentina Corsa, especializada en automovilismo, "se deben sumar varios niños y mujeres que fueron atropellados por competidores, sobre todo en Mauritania. Sólo una vez se publicó el nombre de estas víctimas. El triste honor lo tuvo Boubakar Diallo, un niño guineano de 10 años, que murió en 2006 tras ser embestido por un participante entre Lobé y Tambacounda". Ya en la primera edición, en 1979, hubo una víctima mortal, el motociclista Patrick Dodin. La tragedia también golpeó al creador de la carrera, el francés Thierry Sabine, quien falleció tras la caída del helicóptero en que se trasladaba de una etapa a otra.

Hay muchos antecedentes para no dejarse sorprender por la muerte de Martínez Boero. Está en la cotidianidad del Dakar. En África y en América del Sur.

Un testigo ocular del accidente mortal del motociclista argentino José Martínez Boero dijo que el piloto "voló cuatro metros" después de haber perdido el control de su moto. "La tragedia ocurrió en una recta muy larga, de 5 ó 6 kilómetros, por lo que todos los vehículos venían a más de 100 kilómetros por hora. Martínez Boero también venía al límite", contó un espectador, Juan Carlos Urzúa, en radio Rivadavia.

"Martínez Boero fue uno de los últimos pilotos en pasar, por lo que ya había mucha tierra suelta. El accidente fue cuando agarró una loma del camino, que era de tierra, y pierde el control de la moto. Según contó el testigo, "Martínez Boero voló como tres o cuatro metros después de rebotar con el terraplén. Fue impresionante. Cuando cayó volvió a rebotar y después de ese momento ya se quedó totalmente inmóvil. Los equipos médicos llegaron enseguida y al principio lo reanimaron. Cuando se lo llevaron en helicóptero todavía no había muerto".

Según la organización, el malogrado piloto argentino sufrió un paro cardíaco producto del accidente, ocurrido a las 10:19. Murió minutos después, mientras era trasladado en helicóptero hacia Mar del Plata.

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