El derbi provincial entre los dos primeros clasificados respondió a las expectativas en lo que respecta al ambiente pues el Pérez Ureba presentó la mayor afluencia de público de la temporada. A ello contribuyó la llegada de numerosos seguidores del conjunto jerezano, que se desplazaron en tres autocares y muchos vehículos particulares. El comportamiento de los aficionados de uno y otro bando resultó ejemplar, sin incidente de ningún tipo.

Los pupilos de Zafra recuperaron el liderato gracias a un triunfo por la mínima que les sirvió para desbancar precisamente al adversario que ayer tuvieron enfrente.

La labor no resultó fácil pues en el primer tiempo el dominio correspondió a los entrenados por Pepe Masegosa, aunque los anfitriones lanzaron contragolpes que llevaron cierto peligro. En el primero de estos, un centro letal de Cota se paseó por delante de la portería sin que nadie lo empujara. Empezaron a caer las ocasiones del DFC, pero Tamayo, Adri y Cuenca no atinaron. En los últimos minutos del periodo inicial cabe destacar la lesión momentánea de Joselito Cornejo, asistido durante dos minutos en la banda, y un lanzamiento de falta de Bello que acarició uno de los postes.

Tras el intermedio varió el panorama sensiblemente al despertar un Conil que se mostró desde entonces más ambicioso que su rival. Eso sí, el primer susto se lo llevó Gallego por culpa de un testarazo de Tamayo rozando un palo. Hubo tanto anulado a Joselito Cornejo por fuera de juego y poco más tarde se produjo el penalti a él mismo que el máximo goleador del Conil transformó. La mejor oportunidad azulina para igualar, en el minuto 80, la propició un absurdo intento de regate en el borde del área de Crespo. Lebrón le quitó el esférico y Gallego se vio obligado a realizar una gran intervención.

En definitiva, merecido triunfo de un Conil en cuyas filas brillaron por encima del resto de compañeros Pablo y José Narváez.