El Chelsea conquistó este su primer título de Premier desde 2006 con una despedida heroica en Stamford Bridge al asestar ocho goles a un Wigan que fue incapaz de estrenar su marcador.

Hubo un protagonista en el partido y fue el marfileño Didier Drogba, que logró hat-trick, aunque fueron la potencia del Chelsea, con la mente ya en el galardón, y su constante chorro de goles los que marcaron la jornada.

El español Roberto Martínez había asegurado que su equipo, clave en la 38 jornada de la Premier para decidir el campeón, podía cambiar la trayectoria de la liga, que en las últimas semanas situaba ya como líder provisional a los blues, aunque con escasa ventaja sobre el Manchester United.

Ese conjunto, dirigido por Sir Alex Ferguson, ofreció también una imponente victoria ante el Stoke (4-0), pero no le fue suficiente para acaparar su cuarto título de liga consecutivo en el primer año sin el portugués Cristiano Ronaldo en sus filas.

Hacía semanas que los red devils habían dejado sus opciones al primer puesto a expensas de lo que otros hicieran, según confesó el propio Ferguson durante la última semana.

Sólo un punto separó a este equipo del campeón -con 86-, que inauguró el marcador en el minuto seis de partido.

Aunque el Wigan empezó cómodo el encuentro, moviendo el balón por todo el campo con bastante control y pases muy amplios, Didier Drogba comenzó a generar decisivas jugadas.

Éste hizo llegar un balón a Franck Lampard, que de cabeza sirvió a Florent Malouda, que fue generoso y le cedió el tanto a su compañero el francés Nicolas Anelka.

El Chelsea aumentó la brecha en el marcador cuando Gary Caldwell, del Wigan, fue expulsado por empujar a Lampard dentro del área. El internacional inglés lanzó el penalti que dio el segundo gol a su equipo e igualó así la marca que tenía hasta ahora Peter Osgood, con 105 goles en la misma liga para los blues.

Fue también Lampard, gran veterano del equipo, quien en 2005 decidió una victoria del Chelsea ante el Bolton anotándose los dos goles del partido (0-2), que permitieron al Chelsea proclamarse campeón de liga por primera vez después de medio siglo.

La meta de Mike Pollit sufrió un constante ir y venir de goles, hasta el minuto 90, cuando añadió uno más Ashley Cole.

El tercero fue de Salomon Kalou (54), el cuarto de Anelka nuevamente (56) y el quinto de Drogba (63). Entre los siguientes figuraron el conseguido en un segundo penalti por el marfileño Drogba en el minuto 68 y su tercer tanto en el 80.

En la plantilla titular, Ancelotti incluyó a su capitán, el controvertido John Terry, y al brasileño Alex, mientras que en el once inicial del Wigan estuvo el delantero colombiano Hugo Rodallega. Víctor Moses salió después.

El Manchester United impuso su juego con sus jugadores estrella recuperados tras algunas lesiones.

Los ingleses Rio Ferdinand y Wayne Rooney salieron al campo desde el inicio, así como Darren Fletcher, que dio el primer gol (31), Ryan Giggs (38) y el coreano Park (84), que concedió el cuarto después de que el jugador del Stoke, Danny Higginbotham, encajara uno en propia meta.

Mientras, el Tottenham perdió por 4-2 ante el Burnley, decimoctavo clasificado, y dejó escapar su oportunidad para hacerse con la tercera posición de la tabla, que le aseguraría su entrada directa en la Liga de Campeones la próxima temporada.

Ese puesto fue para el Arsenal, que terminó la temporada con 75 puntos y con la ausencia de su capitán, el español Cesc Fábregas, por un lesión. En el partido de hoy, los gunners contaron en un plantilla titular con el brasileño Silvinho.

El Liverpool de Rafa Benítez viajó para medirse al Hull, un rival anclado hace tiempo en la zona de descenso, pero al que los red no pudieron superar.

El encuentro terminó con un empate sin goles, que al Liverpool le permitió únicamente consolidar su séptima plaza para jugar en la Liga Europa.

El Manchester City terminó quinto con 67 puntos después de que el pasado miércoles perdiera ante el Tottenham por 0-1 sus esperanzas de jugar el próximo año la Champions.

Para los blues sirvieron el argentino Pablo Zabaleta, el brasileño Sylvinho y el delantero paraguayo Roque Santa Cruz, habitualmente en el banquillo, mientras que el también argentino Carlos Tévez, talismán del equipo, y el español Javier Garrido estuvieron entre los suplentes.

El Everton del español Mikel Arteta ganó por 1-0 al Portsmouth, último clasificado con diecinueve puntos, aunque esa victoria no le fue suficiente para acceder a una competición europea y finalmente quedó octavo en la general.

Junto con el Portsmouth, serán el Burnley y el Hull, empatados a 30 puntos, los equipos que descenderán la próxima temporada a la segunda división inglesa.