El Cádiz B suma y sigue tras imponerse en los últimos instantes de un partido feo por culpa de la dureza y los pocos recursos futbolísticos de un Cabecense que, de manera merecida, sufrió tres expulsiones. Un gol de Manu Vallejo, ya sobrepasado el minuto 90, dejó el triunfo en el casillero de un filial que sigue siendo líder.

El conjunto cadista llevó el peso en la primera parte aunque le costó acercarse a la portería contraria con el suficiente peligro como para comprometer al meta Iván. Nacho y Juampe protagonizaron los primeros ataques con sendos lanzamientos que despejó el portero visitante. Muy cerca estuvo Mario, en un centro-chut que golpeó en el larguero. Y poco antes del descanso fue Cubero el que cabeceó picado y detuvo el portero Iván.

La primera mitad se fue sin que el Cabecense apenas pisara el área cadista porque apostó únicamente por defender rebasando, para ello, el límite del reglamento con continuas entradas que en muchos casos fueron sancionadas como falta.

En el segundo periodo dio la sensación de que el equipo visitante deseaba soltarse adelantando líneas y queriendo algo más el balón, pero la realidad es que no creó una sola jugada de peligro ni lanzó entre palos.

Los cambios ejecutados por Mere, técnico local, dieron resultado y la victoria cadista se empezó a producir con las decisiones que se tomaban desde los banquillos, ya que el equipo visitante se fue apagando en el juego a medida que aumentaba su nivel de agresividad, de ahí a que empezaran a producirse las primeras expulsiones.

Manu Vallejo, combinando con Juampe, dio dos avisos antes de que Bucarat cometiera un claro penalti sobre Momo Mbaye que le costó la expulsión. Manu Vallejo, con decisión, no falló la pena máxima anotando un gol decisivo.

A partir de aquí, el Cabecense de Antonio Falcón -ex entrenador del Cádiz juvenil hasta hace pocas semanas- aumentó su juego brusco con entradas a destiempo e incluso un puñetazo de Cristian sobre el rostro de Sergio, sin estar el balón en juego, que provocó la tercera expulsión y un epílogo muy triste y desafortunado del equipo de Las Cabezas.