El Comité Olímpico Internacional (COI) pidió más tiempo para ver los resultados del legado de los Juegos de Río, donde muchas instalaciones empiezan a deteriorarse.

"Hay mucho trabajo por hacer y siempre estuvo planeado que se hiciera", señaló el director ejecutivo del COI para los Juegos Olímpicos, Christophe Dubi. "Cuando terminan los Juegos uno tiene una serie de cosas que desmantelar, que cambiar y que adaptar para el uso posterior... Y eso puede llevar tiempo", indicó.

El COI insiste en que hay un plan, pero requiere la acción de empresas privadas

Seis meses después de la gran cita del deporte, muchas de las instalaciones del Parque Olímpico de Barra da Tijuca están sin uso. También hay problemas en el complejo deportivo de Deodoro y las instalaciones ubicadas en la empobrecida zona norte de Río, que parecían ser inicialmente uno de los pocos lugares con un legado olímpico palpable, tampoco son un ejemplo. La piscina pública abierta tras los Juegos está cerrada por falta de fondos.

"En Londres, que tiene un Parque que funciona muy bien, no sucedió de un día para otro. Llevó hasta cuatro años materializar completamente todo el plan, incluido el uso del estadio para el fútbol por el West Ham", afirmó Dubi, que aseguró que en Río "hay un plan". "El Parque estará en julio, que es casi un año después de los Juegos, en modo legado".

Ese legado incluye que la zona albergue escuelas públicas y centros deportivos de alto rendimiento. Ninguna empresa privada, sin embargo, ha asumido hasta ahora la tarea. "Para que el legado se materialice se requiere acción. Acción, igual a legado positivo", apuntó. La situación por la que atraviesa el Maracaná se ha convertido también en un símbolo de la crisis posolímpica. El estadio está cerrado y sin suministro de electricidad por falta de pago. Para Dubi el asunto no es algo "ligado directamente a los Juegos", sino "más bien una negociación comercial en curso".