El Cádiz estuvo trabajando hasta el cierre del plazo de fichajes en la posibilidad de contratar un delantero. Finalmente no se hizo porque el resultado de las pruebas realizadas a Toedtli fue positivo y porque no se llegó a un acuerdo con el Guijuelo para el fichaje de Javi Ballesteros, que era el gran objetivo tras haber sondeado otras opciones, como la de Francisco, del Alicante.

Existe una corriente de opinión entre el cadismo que dice que habría hecho falta la llegada de otro delantero, pero el que peor se ha quedado tras frustrarse la contratación de Ballesteros ha sido el propio jugador del Guijuelo, que hubo un momento en el que se llegó a ver de amarillo. "Yo sabía que iba a ser complicado, pero me llegué a ilusionar porque veía que el Cádiz iba muy en serio. Lo que sucede es que las negociaciones comenzaron muy tarde, el día 29, y a no ser que llegara una gran oferta, a mi equipo no le interesaba desprenderse de mí", comentaba ayer a este periódico.

Se muestra más o menos compresivo con su club y espera que las cosas se puedan retomar más adelante. El Cádiz tiene claro que es un jugador interesante y si el ariete aclara un aspecto contractual con el Guijuelo y queda libre en junio, es muy probable que vuelva a la carga más adelante, incluso pensando en la Liga adelante si se consigue el ascenso.

"Firmé sólo por esta temporada, pero hay una cláusula por la que renuevo al llegar a los 10 goles. Teóricamente la pusieron para hacerme un favor y ya llevo 15. Espero quedar libre y que el Cádiz todavía esté interesado en mí", afirma esperanzado.