Termina 2007 y el Algeciras lo hace sin una victoria fuera de casa. Nueve desplazamientos y sólo dos puntos, un balance muy negativo que justifica por sí solo la posición de colista del equipo albirrojo. Ayer, en Melilla, el triunfo se escapó en el minuto 83, cuando encajó un gol en jugada de estrategia que le hizo volverse a la península con un empate. Antes había marcado y había trabajado bien para atar la victoria. Pero llega un córner y el rival se frota las manos. Es el talón de Aquiles del equipo algecirista, los contrarios lo saben y le hacen pagarlo caro. Muy caro.
Sergio Castillo lo cabeceó en el segundo palo al fondo de las mallas y dio paso a los peores momentos del Algeciras, que sufrió para conservar el punto.
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