Está llamado a marcar la diferencia tomando como referencia la repercusión que tuvo su fichaje y el hecho de haber cumplido una temporada cedido en el Salamanca, lo que debería haberle aportado experiencia y madurez. Debe ser el año de Acuña y es lo que espera la afición.

El jugador paraguayo exteriorizó ayer sus impresiones de la pretemporada, de la plantilla que se está configurando y de lo que espera dar ante la temporada que arranca el último fin de semana de agosto. "Estoy intentando ponerme a tope para llegar fuerte al inicio de Liga. Después debo coger el ritmo con los partidos que estamos afrontando", señala. Es de los partidarios de afirmar que la plantilla está bien encaminada y le augura un prometedor futuro en Segunda B. "El equipo va cogiendo el ritmo poco a poco. Ya va pasando el trabajo más pesado y eso es muy importante. Creo que la plantilla que tenemos es suficiente para conseguir el ascenso. El bloque de jugadores es joven y tiene mucha ilusión por ganar y lograr grandes retos en la Liga".

El mediapunta prefiere pensar en tener un sitio en el equipo sin preocuparse por una demarcación u otra, lo que explica de la siguiente manera: "Uno se siente bien en su posición, pero si el míster quiere que juegue en banda pues habrá que adaptarse. Al principio, estuve un poco perdido pero ahora voy tomándole el pulso al puesto".

Realizó una valoración de su etapa en el Salamanca y del Acuña que se ve ahora respecto al que llegó a Cádiz hace tres años y medio. "Estoy más maduro, voy entrenando fuerte y cojo más ritmo. Espero demostrarlo en los partidos. Trabajo como siempre para seguir aprendiendo de los jugadores de más nivel, que son los que te enseñan", manifestó antes de aclarar que para él "no sería una decepción no ser titular". "Nadie viene siendo titular, pero si no trabajas el míster lo ve y él es el que decide". No obstante, Acuña manifestó que "creo que debe ser la temporada de mi confirmación, aunque necesitaré confianza", concluyó.