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Cultura

El auténtico The Special One

  • Contra edita por primera vez en español la historia del mítico entrenador inglés Brian Clough y el único fracaso de su vida al frente del Leeds United.

Maldito United. David Peace. Trad. Héctor Castells. Editorial Contra. Barcelona, 2015. 416 páginas. 19,90 euros.

"Por favor, no me llaméis arrogante, soy campeón europeo y creo que soy un tipo especial". Con esta frase se presentó José Mourinho la primera vez que se sentó en la sala de prensa del Chelsea, allá por el año 2004. Acababa de ganar la Copa de Europa con el Oporto y ya se veía que la humildad y la modestia no estaban entre sus virtudes. A partir de entonces, el entrenador portugués fue bautizado con cierta guasa por la prensa británica como The Special One. Lo peor es que Mou -baboso apodo utilizado durante años por la prensa de Madrid, nótese la diferencia con la británica- estaría encantado con aquello.

Antes de Mourinho hubo otro entrenador que encajaba perfectamente con ese sobrenombre. Brian Clough era un tipo especial. Quizás el auténtico The Special One. Llegó a un equipo de medio pelo de la Segunda División inglesa, el Derby County, y lo hizo campeón de la Premier League. El año siguiente llegó a las semifinales de la Copa de Europa, la de verdad, la que sólo jugaban los campeones de cada país. Luego se superó a sí mismo dirigiendo al Notthingam Forest: lo cogió en Segunda, lo subió, lo hizo campeón de Liga al año siguiente y ganó dos Copas de Europa seguidas.

Entre el County y el Forest, Cloughie entrenó al Leeds United, por entonces uno de los clubes más importantes de Inglaterra y famoso por el juego sucio desplegado por sus jugadores. Fue contratado después de que el mítico entrenador del Leeds, Don Revie, se marchara para dirigir la selección inglesa. No triunfó en Leeds, se enfrentó a la plantilla y quiso cambiar demasiadas cosas demasiado rápido. Su carácter arrogante, creído y pendenciero tampoco ayudó a hacerse con aquellos tipos duros.

Lean lo que les dijo nada más llegar al vestuario: "Caballeros. Puede que cada uno de ustedes haya ganado todos los títulos domésticos y parte de los europeos, pero, por lo que a mí respecta, lo primero que pueden hacer es arrojar todas sus medallas, todas sus convocatorias con Inglaterra y toda su maldita hojalata a la basura más grande que puedan encontrar, porque no han ganado ni uno solo de todos ellos limpiamente". No se le puede negar al tipo que tenía un par de pelotas, pero igual las formas le perdían un poco.

Clough aguantó en el Leeds United 44 días. Ése es el periodo en el que se centra Maldito United, la novela escrita por David Peace (Osset, Reino Unido, 1967) en el año 2006 y que la editorial Contra acaba de publicar por primera vez en español. Al público hispano le llegó antes la película, The Damned United, dirigida por Tom Hooper (El discurso del Rey, Los miserables) y con el actor Michael Sheen (el Tony Blair de La Reina o el prestigioso ginecólogo Bill Masters de Masters of Sex) encarnando al laureado entrenador.

Peace se recrea en el fracaso de un tipo que era un ganador nato, al que una lesión retiró como jugador cuando tenía el récord de goles de la Segunda División inglesa y había jugado dos partidos con su selección nacional. La novela tiene una estructura muy original. Cada capítulo cuenta uno de aquellos 44 días que Clough pasó en Leeds. Todos ellos están salpicados de flashbacks en los que se narra su historia en Derby. Fracaso actual, éxito antiguo. El Nottingham Forest, su obra maestra, ni aparece.

Peace tiene un estilo muy peculiar, lleno de frases cortas que a veces se repiten a modo de voces internas. Es el mismo estilo que emplearía después en su trilogía de Tokio, una serie de novelas negras ambientadas en la capital japonesa durante la posguerra con las que Peace se ha ganado los aplausos de la crítica mundial. Los diálogos son brillantes. A través de ellos el autor construye un retrato magistral de su protagonista, de sus enfrentamientos con los directivos, sus extraños fichajes casi siempre acertados, sus broncas con los jugadores, sus desencuentros con su ayudante, su alcoholismo, su odio acérrimo a su predecesor... Todo lo que hizo de Brian Clough el tipo más especial que jamás se sentó en un banquillo.

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