La delegada de Urbanismo, Marisol Ayala (PVRE), asegura que el presupuesto de 2012 para la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) "se ha ajustado más que nunca a la realidad actual", a la vez que explica que "la inversión será de 843.450 euros y no de 3.450 euros como afirmó la concejala socialista Cándida Verdier. Por tanto, quien miente radicalmente es ella, que está confundiendo a la ciudadanía con unos datos totalmente erróneos, máxime cuando para 2011 el PSOE había presupuestado para este concepto 1.733.238 euros y se realizaron inversiones por valor de 38.148,40 euros".

La edil del PVRE mostró su "perplejidad" por las declaraciones de Verdier sobre los presupuestos de la Gerencia de Urbanismo, quien acusaba al gobierno municipal de inflar las cuentas, "algo que era habitual en la elaboración de los presupuestos por parte del PSOE", dijo Ayala.

Sobre este asunto, Ayala declaró que la GMU para 2012 contempla un presupuesto de 5.847.078 euros, un 24% más bajo que el año anterior. "Respecto a las cantidades que se obtienen a través de las tasas y otros ingresos, para este año se prevén 2.752.039 euros, un 61% más bajo, debido a que se han confeccionado ajustándolo al máximo a la realidad, pues el PSOE para 2011 anotaba 7.088.095 para este concepto, cuando se obtuvieron un 45% menos de esta cantidad", indicó.

En cuanto a las cantidades que el Ayuntamiento transfiere a la Gerencia, Ayala afirma que en el presupuesto de este ejercicio se ha cuatriplicado la cifra respecto a 2011, pasando de 750.000 euros, "una cantidad ridícula para hacer frente a los gastos corrientes de esta entidad", a 3.000.000 euros, "para garantizar el pago de las nóminas y amortización de los préstamos".

Asimismo, la delegada ha recomendado a Cándida Verdier y al PSOE que "es mejor que se mantengan en silencio sobre temas urbanísticos, pues son responsables de que la ciudad se encuentre en esta situación, al haber anulado el Tribunal Supremo el PGOU anterior y no haber tenido redactado el nuevo documento en mayo de 2011".

En esta línea, la responsable municipal señaló que "una de las características de la etapa socialista fue el despilfarro por el despilfarro y como muestra de ello fueron actuaciones tales como la Oficina de las Áreas de Gestión Básica (AGB) de Huerta de Rosario, "que ascendió a cerca de 4 millones de euros; la elaboración de los cuatro planes generales tumbados por los tribunales, que costaron 2,8 millones de euros, y la redacción de las ordenanzas que supusieron 380.000 euros".

Por último, Marisol Ayala añadió que "al despilfarro se une el caos urbanístico en el que quedó inmersa Chiclana tras el paso de los socialistas por el Ayuntamiento de la ciudad".