Nazareno

La pasión de los devotos abriga a Jesús Nazareno

  • El Cristo soportó la lluvia y procesionó anoche por el centro de la ciudad

La paciencia mereció la pena. Aunque con un retraso de algo más de media hora, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno se reencontró con los cientos de fieles que se agolpaban frente al convento de las Madres Agustinas Recoletas con paraguas en mano. Momentos antes de su salida,  la tensión se respiraba en el ambiente tanto dentro como fuera del templo. El hermano mayor de la Hermandad del Nazareno, Jesús Rus, se tuvo que reunir varias veces con la junta de hermanos para tomar la difícil y responsable decisión de sacar o no los pasos a la calle.

Al final, se optó por la salida ya que los partes meteorológicos vaticinaban una tregua en cuanto a precipitaciones. Mientras, el convento de las Agustinas se encontraba repleto de miembros de la comitiva cofrade y público en general con la firme esperanza de ver al Señor en la calle.

Asimismo, la junta planteó modificar el itinerario del desfile procesional y enfilar hacia la Carrera Oficial en la calle La Plaza para luego desviarse hacia la iglesia de San Juan Bautista para realizar la estación de penitencia.

Los devotos que esperaban pacientemente celebraron con ilusión la presencia del paso de Jesús Nazareno en la calle, pese a que la climatología amenazaba seriamente con suspender la procesión, algo que ocurrió hace 4 años ante la aparición de intensas lluvias.

Al cierre de la edición, la restaurada imagen del Cristo y la Virgen de los Dolores pudieron al menos reencontrarse en mitad de la noche con sus fieles, pero con la vista puesta en el cielo.

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