Chiclana

Las intensas lluvias del invierno favorecen el renacer de los humedales

  • Medio Ambiente y Consistorio impulsan una actuación para intensificar la conservación de La Paja, refugio de endemismos de la flora gaditana y de aves como la Malvasía Cabeciblanca o la Focha Cornuda

Pese a que durante los últimos años, en los que la pertinaz sequía ha vuelto a dejar su incuestionable huella en el paisaje, la presencia de los humedales ha sido casi testimonial; las lluvias, intensas y prolongadas de este frío periodo invernal, han hecho que las lagunas que se reparten a lo largo y ancho del término municipal renazcan para mostrar un esplendor, ya casi olvidado, que ha venido a acentuar su papel de refugio para la flora y la fauna.

"Aunque es cierto que hablamos de lagunas que en épocas de sequía prácticamente dejan de ser perceptibles, no lo es menos", destaca Miguel, técnico de la Agencia de Medio Ambiente, "que su presencia, como es ahora, resulta de gran importancia para las aves".

No en vano, lagunas como la de La Paja (39,72 hectáreas), con un marcado carácter estacional y ubicada en un entorno complicado (junto a la antigua Nacional 340 y muy cercana al casco urbano), registran, gracias a su densa vegetación, una rápida colonización de aves, entre las que, según apunta el técnico de Medio Ambiente, "destacan distintas especies de patos, garcetas, garzas o la propia garceta grande, de reciente colonización".

Un colorido séquito de aves, el enumerado, "al que", destaca, "en ocasiones tenemos el privilegio de que se unan ejemplares de Malvasía Cabeciblanca (Oxyura leucocephala S.) y de Focha Moruna (Fulica cristata G.), ambas gravemente amenazadas".

Asimismo es La Paja enclave para el descubrimiento y la observación privilegiada de un importante manto vegetal en el que, "junto a eneas, bayuncos o juncos marítimos", destaca Juan Antonio, técnico de Medio Ambiente, "podemos reconocer la presencia de endemismos tales como la armenia gaditana, el eryngium galioides o la frankenia boissieri", presencias que en sí mismas ya le confieren a este humedal una destacada importancia.

Declarada Reserva Natural Concertada (20 de diciembre de 1995) mediante un convenio entre la Agencia de Medio Ambiente y el Ayuntamiento, titular de la laguna, La Paja podría ver en un futuro potenciada su conservación gracias a una iniciativa que impulsan ambas administraciones.

"La iniciativa", aún en fase de desarrollo, destaca uno de los técnicos de la Delegación provincial de Medio Ambiente, "pasaría por eliminar de forma progresiva los eucaliptos existentes en favor de arbolado autóctono, excavar la zona central que está desprovista de flora amenazada para diversificar el hábitat y, finalmente, modificar el drenaje de desagüe de la laguna para alargar en la medida de lo posible el hidroperiodo de la misma".

Iniciativas que, en su conjunto, elevarán la importancia de una laguna que en estos días se muestra en todo su esplendor, recuperando niveles de agua que, incluso, llegan a cubrir la pasarela de madera desde la que se facilita la observación de la fauna y la flora.

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