Como marca la tradición, horas antes de la mágica noche del 5 de enero, los Reyes Magos recorrieron ayer las calles de Chiclana para, en compañía de la Estrella de Oriente y del Cartero Real, dibujar un sinfín de sonrisas y esperanzas en los cientos de niños y mayores que, un año más, acudieron a recibirlos y a darles calor.

Con la ambientación de las bandas de música, el cortejo, al paraguas de un cielo despejado y de una temperatura ambiental impensable jornadas atrás, comenzó a cubrir los primeros metros de su ilusionante recorrido en un lugar desacostumbrado, Huerta del Rosario.

La Banda, como era de esperar, se echó a la calle y celebró con ambiente de fiesta la novedosa presencia de Sus Majestades de Oriente, que agradecieron la calurosa bienvenida de las numerosas familias regalando caramelos, juguetes y, sobre todo, la promesa de hacer los mayores esfuerzos posibles para cumplir los deseos de niños y mayores.

La cabalgata, compuesta por un total de once carrozas, tres más que en la pasada edición, la encabezaron siete jinetes ataviados con lujosos trajes de la época. Tras los corceles, de lomos blancos y marrones, anunciaron la llegada de Sus Majestades las primeras carrozas.

Peter Pan, el Capitán Garfio, La Cenicienta, hadas, gnomos, pequeños pasteleros al abrigo de un gran roscón de Reyes, Papa Noel y una diminuta casa de chocolate habitada por un gran número de pequeños e inquietos personajes fueron, poco a poco y calle a calle, ambientando y anunciando la llegada, ansiada por todos, de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Como no podía ser de otra forma, distintos grupos de hebreos, algunos de ellos portando ovejas, dieron paso a la Estrella de Oriente, acompañada en la totalidad de su recorrido por sus damas.

Tras ésta, el Cartero Real abrió la puerta a los grandes protagonistas de la tarde/noche, Melchor, Gaspar y Baltasar, todos y cada uno de ellos respaldados por una elegante comitiva de pajes reales.

Así, entre caramelos y la multitud de peticiones de los más pequeños, Sus Majestades y el resto de componentes de este cortejo de la ilusión fueron cubriendo un recorrido que les llevó por las calles Ancha, plaza Andalucía, puente de Los Remedios, Alameda del Río, La Plaza, Mendaro, Retortillo, Doctor Pedro Vélez, Carmen de Burgos, San Félix, Caraza y Ayala para acabar en la plaza de Las Bodegas.

Desde este punto del centro de la ciudad, que por primera vez se incluía en el recorrido real, Sus Majestades se dirigieron a los más pequeños, que, ilusionados por la noche mágica que les aguardaba, fueron retirándose con sus familias a sus casas. Un camino que cubrieron cubiertos de los caramelos que fueron recogiendo por las distintas calles de la ciudad.

Una jornada que se prolongará a lo largo de la jornada de hoy, cuando por las distintas calles de la ciudad se vislumbren a los más pequeños disfrutando de los juguetes.

Señalar que, además del delegado municipal de Fiestas, otros concejales quisieron sumarse y acompañar al cortejo real en su recorrido por las distintas calles de la localidad.