Lo que se antojaba como un pleno tranquilo, al haberse resuelto horas antes de su celebración el problema que había motivado su convocatoria con carácter de urgencia, acabó desatando una nueva polémica entre gobierno y oposición, incluyendo, por una parte, un reto entre las partes para conocer dónde están los materiales por los que el equipo de gobierno pagó un millón de euros a finales del pasado año y, por otra, una acusación contra el hermano del alcalde, al que el PSOE culpa de parte de los retrasos de las obras, extremo que negó el propio Ernesto Marín.

El pleno, de carácter extraordinario, había sido convocado con el fin de instar a Dragados a retomar las obras del Ayuntamiento, paralizadas desde hace meses, en el plazo máximo de cinco días a partir de la aprobación de este acuerdo. Dragados, no obstante, ya había retomado los trabajos el pasado viernes tras haber mantenido una serie de conversaciones con el cuatripartito, aunque seguía discrepando con respecto a varias partidas económicas que, según entendía, no estaban incluidas en las unidades de obra. La sesión se mantuvo pese a ello debido a cuestiones administrativas.

Por ello, el cuatripartito aprovechó la ocasión para volver a hacer un recordatorio de todos los problemas con los que se había encontrado el equipo de gobierno para que la obra pudiera seguir adelante, de los que ya hemos dado cuenta en ediciones anteriores, además de cifrar en 500.000 euros las peticiones extraordinarias realizadas por Dragados. Entre los errores se citó la elaboración del proyecto ocupando patios que no eran de propiedad municipal o la falta de soluciones para problemas que eran conocidos desde meses antes, como sucedió con el desamiantado. Por todo ello, la delegada de Grandes Proyectos, Teresa Ruiz-Sillero, acusó al PSOE de "falta de previsión" en las citadas obras.

El PSOE, por su parte, responsabilizó al equipo de gobierno de haber tardado "ocho meses en buscar una solución al problema", algo que, en opinión de los socialistas, "corresponde, además, al cuatripartito". Según Verdier, "lo único que ha hecho el cuatripartito es manchar el nombre del PSOE y de Dragados".

Por parte del PSOE volvieron a repetirse también los mismos argumentos de defensa de semanas atrás, si bien en esta ocasión utilizaron dos nuevas armas. Por una parte, los socialistas aseguraron que "a lo mejor el problema que ha habido con los patios colindantes es porque una de las propiedades es del hermano del alcalde".

Ernesto Marín negó de inmediato esta acusación, aseverando que "incluso José María Román sabe que es incierto lo que se está diciendo".

En este sentido, Teresa Ruiz-Sillero aclaró posteriormente que "el problema al que se refiere quedó resuelto el mismo día porque el propietario dio incluso permiso para que se derribara el muro con objeto de facilitar la retirada de un árbol".

Según Ruiz-Sillero, "el problema de los patios es que "se hizo el proyecto incluyéndolos, a pesar de no ser propiedad municipal".

Marín, además, le recriminó a Cándida Verdier que "siempre está empeñada en manchar mi nombre, diciendo que no trabajo y eso es falso también". "Cada vez que me dice esto", añadió con ironía el alcalde, "me está dando votos, porque usted no tiene ninguna credibilidad en Chiclana".

El otro punto en el que se basó ayer la defensa socialista fue en retar al cuatripartito a mostrar dónde se encuentran almacenadas los materiales que se abonaron a Dragados en concepto de acopio a finales del pasado año y que importaba un millón de euros.

Cándida Verdier le pidió al cuatripartito que fijara hora y día para acudir a realizar una visita a la nave donde se encuentra estos materiales.

Ruiz-Sillero, por su parte, aceptó el reto, señalando que remitirá la petición a Dragados para que fije día, hora y lugar. La edil, aclaró, del mismo modo, que "el pago para este acopio se realizó, además, atendiendo al pago de anualidades contempladas en el pliego de condiciones".