Lunes Santo

Reencuentro con los fieles

  • La cofradía de Humildad y Paciencia volvió ayer a desfilar tras la suspensión de la salida en 2010 a causa de la lluvia · El cortejo vivió uno de sus momentos más destacados durante la estación de penitencia

En el interior de la Iglesia de la Santísima Trinidad volvieron a derramarse ayer algunas lágrimas por parte de los hermanos de la Humildad, pero en esta ocasión motivadas por la alegría de ver a sus titulares protagonizando una nueva salida procesional después de la suspensión del desfile el pasado año a causa de la lluvia. A las seis de la tarde se abrieron puntuales las puertas laterales de San Telmo, esta vez sí, para que fuera la Cruz de Guía la que abriera un esperado desfile para los cofrades de la corporación del Lunes Santo.

Pese a lo inestable de la jornada durante la mañana, y a que una hora antes de la salida la lluvia hizo acto de presencia, el sol no dejó de brillar durante las primeras horas de la tarde, para acompañar a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia en cuyo paso, cada vez más dorado, se reflejaba una clara luz primaveral.

Tras una majestuosa salida del paso de misterio, el capataz del paso de palio de María Santísima de las Lágrimas y Esperanza, Juan Carlos Jiménez, llamó a los hermanos costaleros de la cofradía para, a continuación, dedicar la primera 'levantá' al padre David, devoto de esta corporación que este año no ha podido estar presente el Lunes Santo en Chiclana.    

Estrenos

Este año, la hermandad de Humildad y Paciencia incorporó como novedad el dorado del lateral del canasto del paso de misterio, un majestuoso trono para el Cristo de la Piedra que poco a poco va dejando ver la luz y el realce que adquirirá una vez concluido. El paso de palio también contó con una remodelación, ya que ha sido objeto del ensanchamiento de su techo. Un juego de dalmáticas y el ropón del pertiguero completaban este año los estrenos de la hermandad, con la mención especial a la nueva modalidad de carga utilizada ayer por vez primera en su salida procesional por los hermanos costaleros de la cofradía. Éstos han sido los primeros en utilizar el tradicional costal sevillano para portar los pasos de sus titulares en la ciudad. Fueron miembros de las cuadrillas de costaleros del paso de la Esperanza de Triana, de Sevilla, los que colaboraron con esta hermandad local en la introducción del costal como elemento de carga. Y uno de estos miembros de la cofradía sevillana, el contraguía del palio de la Esperanza de Triana, acompañó en la jornada de ayer al paso de la Virgen de las Lágrimas y Esperanza, dando órdenes a los costaleros en algunos momentos del recorrido.  

Estación de penitencia

Otro de los momentos cumbres del desfile procesional del Cristo de la Piedra y la Virgen de las Lágrimas y Esperanza por las calles de Chiclana fue la estación de penitencia que, por vez primera, realizaba la corporación en el interior de la Iglesia Mayor de San Juan Bautista.

Como ya ocurriera el Domingo de Ramos con La Borriquita, este solemne y respetuoso momento en el que la corporación rinde culto al Santísimo ante el Altar Mayor del primer templo de la ciudad también dejó imágenes para la historia tanto de la propia cofradía como de la Semana Santa chiclanera.

Al cierre de esta edición, la hermandad continuaba su recorrido acompañada de un numeroso público, pese al desagradable viento.

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