La ilusión, el griterío y el trasiego de familias al paso de la Cabalgata de los Reyes Magos marcaron una jornada inolvidable para pequeños y adultos. Las carrozas con diferentes motivos desfilaban ante un gentío que llenaba el más mínimo rincón para observar de cerca a una comitiva real que se lució ante un público de todas las edades, pero en el que predominaban los niños.

El cortejo partió sobre las cinco de la tarde de la antigua Caseta Municipal, en la calle Goya, para encaminarse hacia la calle Antonio Pizano en dirección a La Banda, donde la multitud aclamaba sin cesar a sus Majestades los Reyes Magos, así como a los integrantes de las carrozas, precedidas por la Banda de Música Municipal Maestro Enrique Montero. De este modo, fueron ovacionados los carruajes dedicados a Correcaminos, al personaje de animación Winnie the pooh,  Manny manitas, la película Avatar y el cuento infantil El soldadito de plomo que transportaba a la Chiclanera Mayor y a sus damas.

Tras esta última carroza iban la del Cartero Real, la Estrella de Oriente y las de Melchor, Gaspar y Baltasar, con una escolta formada por veinte personas a pie. Además, alrededor de doscientos niños, con edades comprendidas entre los 7 y los 11 años, hicieron a la perfección su papel de ayudar sus Majestades en el reparto de las ocho toneladas de caramelos que se lanzaron durante todo el recorrido de la Cabalgata. Como novedad este año, los Reyes Magos distribuyeron juguetes desde sus carroza. Asimismo, con motivo de la popular Cabalgata de Reyes, la empresa Construcciones y Promociones Periñán se encargó de lanzar pelotas desde el balcón de sus oficinas en la calle Mendaro y de esta forma festejar también los 15 años de esta firma.

En líneas generales, desde la antigua Caseta Municipal hasta la Plaza Mayor, el cortejo real estuvo en todo momento arropado por un fiel público. Así, cabe destacar la masiva participación de personas a lo largo de su recorrido por las Calderón de la Barca, Ortega y Gasset, Sor Angela de la Cruz; Plaza de Andalucía, Puente Nuestra Señora de los Remedios; Alameda del Río; La Plaza; Mendaro; Plaza del Retortillo, Jesús Nazareno, Hormaza, Bailén, Plaza Santo Cristo, Botica, San José, y Plaza Mayor, donde acabó el gran desfile real. Pero todavía hubo tiempo para llevar a cabo el acto de Adoración de los Reyes Magos en la Iglesia Mayor. Además, el alcalde, Ernesto Marín, acompañado por miembros de la Corporación, intervino ante el público que se concentraba en la plaza frente al citado templo chiclanero.

Como fin de esta gran cita repleta de fantasía e imaginación, los  Reyes Magos realizaron una visita a las monjas del convento de Sor Ángela de la Cruz.