Tras años de retrasos, esperas, modificaciones en los proyectos y en los presupuestos previstos, enfrentamientos y disparidad de opiniones entre administraciones, el proyecto de construcción del apeadero de autobuses previsto en la calle Paciano del Barco parece que empieza a encarar su recta final, tras el reciente anuncio por parte de la Junta de la introducción de los últimos cambios en el citado proyecto definitivo.

Fue el pasado día 3 de septiembre cuando la Administración autonómica dio a conocer que la redacción del proyecto para la creación de este demandado equipamiento había concluido, incluyendo los últimos requerimientos municipales y determinadas modificaciones presupuestarias. Tras ello, la Junta aseguraba que sería una vez que el Consistorio diera el visto bueno al documento cuando se acometiera de forma definitiva su licitación y posterior ejecución.

De esta forma, y según ha podido saber este medio, el proyecto modificado ya ha sido recepcionado por el Consistorio, donde en los próximos días se someterá a aprobación en Junta de Gobierno. Tras ello, tan solo restará ya su licitación por parte de la Administración regional y la posterior adjudicación para el inicio de los trabajos, algo que podría suceder antes de final de año si todo se desarrolla con normalidad.

Cabe recodar que, tras diversos cambios en el proyecto y la adecuación del equipamiento a los diferentes momentos y administraciones por las que ha pasado su tramitación, el edificio que finalmente se va a ejecutar tendrá un presupuesto inicial de ejecución aproximado de 270.000 euros y un plazo previsto para las obras de tres meses.

De esta forma, y según explicaba la Junta en su última comunicación al respecto hace unos días, la infraestructura albergará un edificio "ligero y muy permeable, que dará servicio a los viajeros de autobús, con espacio para la espera y aseos". El edificio tendrá planta rectangular de 13,5 x 6 metros aproximadamente y una sola altura, de forma que no agrede el entorno urbano en la citada margen derecha del río Iro. Según argumenta la Junta, esta permeabilidad con el entorno se consigue a partir de un cerramiento prácticamente acristalado en todo su perímetro, que se encuentra protegido mediante lamas verticales y horizontales, según la orientación de las fachadas. Con ello se consigue la protección de la luz del sol, sin disminuir el carácter diáfano del espacio.

Asimismo, se distribuirán seis dársenas en forma de dientes de sierra, para facilitar la parada de los autobuses de forma cómoda y segura en la citada calle Paciano del Barco, en la acera más próxima al río.