La chirigota de Bocuñano y Rodicio fue, junto con el cuarteto Sin previo aviso, los del paraíso, una de las grandes sorpresas de preliminares. Y, como ya hicieran el pasado lunes los cuarteteros, Huele a ropero se enfrentaba en la noche de ayer a la difícil papeleta de consolidarse como aspirante a todo en el presente concurso. La burbuja no sólo se mantuvo intacta, sino que adquirió aún más consistencia tras el paso de la agrupación por las tablas, dejando dos cuplés geniales y un popurrí que se confirma como uno de los mejores oídos este año. La chirigota fue una de las grandes sensaciones de una sesión en la que Quiñones y Manolín Gálvez no defraudaron y se mantuvieron en un excelente nivel.

Viaje al fondo del mar para comenzar. El coro de Lamas y Valdivia mejoró ostensiblemente en letras e interpretación respecto a su primer pase, en el que no pasaron de discretos, y esta vez sí fue capaz de enganchar al público. Sus tangos quedan como lo mejor de su repertorio.

Tras ellos, la chirigota Huele a ropero abandonó su estatus de revelación para convertirse por derecho propio en una firme candidata a estar entre los finalistas. Despuntaron con sus dos cuplés, absolutamente geniales, y con su gran popurrí. La final no es un sueño imposible para ellos.

Segunda edición del diario La pensadora gaditana y nuevo éxito de la comparsa de Quiñones, que lució un portentoso grupo de voces. La estupenda interpretación queda como lo mejor de su repertorio, a un buen nivel de letras y música. Mantienen intactas sus opciones de estar entre las tres finalistas.

Continuó con el espectáculo el cuarteto Esta boca es mía, de menos a más en cuanto a letras. Las satánicas majestades de Ángel 'Mick Jagger' Gago comenzaron con una parodia más floja que la ofrecida en la primera fase, pero remontaron gracias a un estupendo tema libre versionando con mucha inteligencia temas de 'rivales' como los Beatles, Michael Jackson, Abba... La lucha por el primer premio en su modalidad se mantiene abierta.

Y para cerrar la primera parte de la función llegó la comparsa de Juan Carlos Aragón. Se les notaba a los comparsistas cierta rabia tras un primer pase en el que no acabaron de convencer al público y eso les sirvió para mejorar sus interpretaciones. Cantando más suave que en preliminares, enamoraron con sus dos pasodobles, el primero al paro y el segundo un canto a la muerte de esos que sólo salen de la pluma de Juan Carlos. Pura poesía. La lástima es que de nuevo los cuplés no estuvieron a la altura y el popurrí sigue sin convencer del todo al público, que en esta ocasión se mostró menos frío que en su estreno en el presente Concurso.

De nuevo el compás del tango para retomar la sesión tras el descanso. El coro de Cárdenas aportó dos buenas letras, pero no mejoró su interpretación y sufrió bastantes problemas de vocalización. La chirigota de Manolo Santander fue a más en letras de pasodobles, pero lo cierto es que se mantiene a un nivel por debajo de lo esperado. Aunque se enfaden, la realidad es esa.

Cumplió con buenas letras y cantando bien la comparsa A los que se les ve la pluma, con un pasodoble muy destacado a los copleros que se creen poetas y a los aficionados que no ven más allá de un nombre. Ahí lo dejan, para el que lo quiera o lo necesite.

Los superabuelos de Manolín Gálvez, divertidos sacando partido al tipo, emocionaron con sus pasodobles, dedicados al bombardeo publicitario que lleva a cabo el Ayuntamiento y a la memoria de Jesús Monzón. Tremendo pellizco el que consiguen sus letras, su música y su interpretación. Se mantienen a buen nivel.

Para concluir, llegó la comparsa La arena, leyenda de un navegante. Los algecireños, una de las sorpresas de las preliminares, volvieron a agradar haciendo gala de un buen grupo de voces, con una potencia que nada tiene que envidiar a algunos de los grupos punteros del concurso. Por debajo en letras, aunque brindaron una más que digna despedida de función a los espectadores que aguantaban aún en el teatro.