Ya ha pasado el Miércoles de Ceniza y viene el Domingo de Piñata, así que desapareced hasta el año que viene comparsistas, que no os vais ni aunque os impute el Tribunal Supremo. Qué hartura de carnavaleros. Lo malo es que no tienen bastante porque el lunes cuelgan el tipo y se ponen el chip de cofrades. No se conforman con haberse cargado aquel gran Carnaval de Cádiz de bailes, mascaradas, reuniones de confianza, piñatas y batallas de flores; lo han dejado convertido en un macrobotellón e HiperWC con el único protagonismo de agrupaciones y autores. Ahora se quieren cargar la Semana Santa de Cádiz. Son los mismos y se transforman en la Cuaresma. ¿Cómo se explica que canten metiéndose con la Santa Madre Iglesia o Su Santidad elPapa y cuarenta días después cojan un cirio, la varilla o el palermo, y se metan debajo del paso? No contentos con ponerse el traje de tres botones, la camisa malva y esa horrible corbata que no hace juego ni aunque la entrene Ancelotti, ahora se quieren poner el costal tapándose los ojos, de sevillanas maneras. No sé para qué. Luego el Jueves Santo se van a Sevilla y dejan a Cádiz solo. Les gusta tanto Sevilla que quieren ser sevillanos y como no pueden, los imitan malamente. Pero en Sevilla los cazan al vuelo cuando dicen picha en vez de mi arma.