DOÑA CUARESMA

La olla está vacía

ESTA va a ser una reflexión amarga, que no amargada porque a mí no me aburren los carnavaleros.

El país se hunde, en un solo mes quedan parados tantos españoles como habitantes tiene Jerez -por cierto más que Cádiz- y en el Falla el famoso periodismo cantado del Carnaval nada más que se refiere al eterno tema recurrente de "la rubia", Teófila, la Alcaldesa de Cádiz y la "Uchi".

Este año, en un alarde de imaginación, los autores que así mismo se llaman "poetas" porque riman madroño con órgano sexual femenino, han encontrado un hallazgo: Almudena la de Gran Germano. Y punto y pelota.

El paro asolando España, las ollas vacías, el subsidio de desempleo se acaba, los cajeros automáticos oxidados y la gente en Cádiz de guasa con la eterna historia del chupapiera y el ladrillo. ¡Qué ángel hay en Cádiz! Si la religión es el opio del pueblo que decía Carlos Marx, el Carnaval es el canuto que se fuman los gaditanos. Una trócola.

Y si en Cádiz hay tanta imaginación para escribir coplas y tanto talento para cantarlas ¿Por qué no lo empleamos en salir adelante y ponernos a la altura de Logroño, Murcia, Castellón o Pamplona?

Eso sí, en esos sitios no hay la gracia que hay en Cádiz. A ver si pueden meter la gracia en la olla y comérsela.

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