Es una comparsa que impone, como su tipo y su puesta en escena. Sus afiladas letras duelen, como los alfileres que atraviesan sus cuerpos rellenos de "arena de la playa". Y su repertorio embruja sin necesidad de magia negra, porque sus hechizos están formulados a base de coplas. 'Los muñecos de Cádiz' de los hermanos Márquez Mateos 'Carapapa' despuntaron y fueron las grades estrellas de la última función clasificatoria, en la que también agradaron el coro de Guimerá y Felipe Marín, la chirigota de Manolito Santander y la comparsa sanluqueña 'Nunca Jamás'.

La comparsa de los Carapapa sorprendió con una impresionante puesta en escena, que empezó a oscuras hasta ir descubriendo su tipo de muñecos vudú al ritmo de una presentación que va como un tiro. Gustaron también sus pasodobles, al recorrido que les lleva al Falla de un año a otro y al caso de los bebés robados desde una perspectiva original, y sus cuplés y despuntaron con un gran popurrí en letras, música e interpretación. Siempre tienen algo que decir y encima saben cómo hacerlo. Al final, ellos por los suelos y el público del Falla en pie. Su singular embrujo puede llevarles lejos en este Concurso.

La última sesión clasificatoria ofreció también buenos momentos de la mano del coro de Guimerá, Felipe Marín y Morera, que superó con buenos tangos la ausencia de Valdés. Gustó también la chirigota de Manolito Santander, con buenos pasodobles pero pocos golpes de humor, salvo un buen segundo cuplé. Y la comparsa sanluqueña 'Nunca jamás' confirmó las buenas sensaciones que transmitía su autoría regalando una buena actuación en la que demostraron su originalidad.

Con ellos, y con unos cuantos más, acabaron estas interminables preliminares, que han dejado momentos buenos, otros no tan buenos, regulares y alguno directamente para el olvido. Mañana toca descansar, y el martes esto ya será otra cosa.