comparsa

El hombre de los mil rostros

El tipo. El alma de un espejo. Las coplas. Muestran los mil rostros de la realidad, esa que el que se mira a un espejo no quiere ver. Un espejo no puede mentir, por lo que son el "enemigo" que muestra "las vergüenzas" de las personas. Defectos que ellos enseñan de los demás y que se reparten a lo largo de su propio repertorio. En el primer pasodoble, con una música que no es capaz de enganchar y que se afea especialmente en su remate, además de algunos fallos del grupo tanto en la coordinación como en las voces altas, cae la primera letra al pregonero del presente Carnaval, Antonio Rico Segura Pedro el de los Majaras. Un "caballero" en el que se miran por enseñarles "a amar a Cádiz sin pedirle nada a cambio". Un "maltratado" de la fiesta al que homenajean con una retahíla de sus comparsas más conocidas para acabar rematando con su experiencia como forastero para saber que para querer a esta ciudad y a esta fiesta "no hay fronteras". Una pieza que no sobresale por todas las que se esperan que pueden llegar. En el segundo pasodoble, estrenan uno de los temas que se supone que se va a repetir a lo largo de las preliminares: el caso Nadia. Una noticia de actualidad que introducen en el giro final de la letra a través del desarrollo del amor del hombre por el dinero, que le lleva a vender armas, a destrozar el medio ambiente para enriquecerse o a "utilizar a su hija enferma sin importarle que se muera". Su punto de tragedia que no atrapa. Mala dupla de cuplés al contralto, que quiere salir con 'Los cristalitos', y ¡¡¡al negro del Whatsapp!!! -de reciclaje-. El espejo acabará sus días roto , por lo que tendremos siete años de mala suerte. Habrá que convivir con ella. 

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Puntuaciónes COAC 5 / Miguel Guillén

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