Galería de carnavaleros ilustres

Los figurantes

SEGÚN el Reglamento son las personas y otros seres vivos que pueden estar en escena durante la actuación de una agrupación, callados y sin tocar ningún instrumento. Punto final. No hay más limitación. Así que pueden salir -pongamos por caso- todos los compañeros del curso, los vecinos del bloque, familiares de los componentes, bebés, abuelos, el burro de Mariano o el conejo de la Lole, tengan o no relación con el tipo de la agrupación. La cosa es salir en la tele y que se les vea en casa.

Ejemplo práctico: Manolo, agricultor de Marejadilla del Monte, sin la menor idea o experiencia, se le ocurre sacar una chirigota llamada Marejadilla en el Estrecho, que representan el tipo de marineros agropecuarios, se hace con unas músicas y unas letras, o las contrata a un autor de Cádiz, y se desplazan, con toda la caterva, 28 en total, encabezada por el alcalde, al sancta santorum carnavalesco, pisan las tablas del mítico teatro, andan por los camerinos, se hacen fotos y películas, se codean con las figuras carnavalescas, los entrevistan las emisoras de radio y, lo más importante, salen en la tele como figurantes y los ven en Marejadilla. También pueden sacar la pancartita en apoyo del pueblo. Y llenan el escenario de gente que se pasea por el mismo, se sienta, ríe, o hace guiños a las cámaras creando un tono más de fiesta de fin de curso que de agrupación carnavalesca. Después -faltaría más- despotrican del jurado si no pasan de fase, pero da igual porque el objetivo (la tele) está conseguido.

En el pueblo rival, Marejadilla de Abajo, brotan sarpullidos de envidia, hay marejada vecinal y el alcalde promete que el año que viene los Machucambos de Marejadilla de Abajo, chirigota local originalísima por ir vestidos de negros agropecuarios, irán al Falla, para que también salgan en la tele.

No tengo yo muy claro esto de la necesidad de los figurantes, que la mayoría de las veces y como mínimo, sólo logran distraer la atención amén de una posible falta de respeto al respetable. Y fuente de posibles descalificaciones.

Al menos, la chirigota de Herencia (Ciudad Real) tiene en su haber, el acarrear desde el pueblo, con lo que pesa una lavadora, con nada menos que siete u ocho lavadoras ¡de verdad! -no del detestable foam- y el esforzarse en agradar intentando articular, con la norma andaluza, bastinazo y chocho, lo cual tiene mandanga. Se agradece también que, ¿por desconocimiento? no metieran en escena a medio pueblo como figurantes, lo cual es un alivio. Pero ya veremos el año que viene, si vienen los manchegos. Encima el jurado no los pasa ni a cuartos de final.

Lo que hay que ver.

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