Cuarta jornada de cuartos

Las favoritas se ponen las pilas

  • El coro de los niños, la chirigota de Vera Luque y las comparsas de Tino Tovar y Antonio Martín no defraudan y acaparan la atención

Llegó una de las jornadas más esperadas de cuartos por su cartel, plagado de buenas agrupaciones en busca de un hueco en la ansiada final del día 20 de febrero. Y ninguna defraudó: el coro de los niños, la chirigota de Vera Luque y las comparsas de Tino Tovar y Antonio Martín demostraron que aún tienen mucho que decir en el presente concurso.

El coro de los Niños regresó de nuevo del futuro para ofrecer dos buenos tangos, que se complementaban para señalar lo bueno y lo malo de la sociedad gaditana. Su gran juego de voces y su puesta en escena les hizo ganarse la sincera ovación del respetable. Claros aspirantes a la final.

 

La chirigota de Luis María Rodríguez Rondán se mantuvo en su línea del primer pase y dedicó su repertorio a reivindicar el empleo en la Bahía, ganándose así el reconocimiento unánime de todo el teatro. Entregado el público a sus coplas. Entre muchos aplausos llegó también la comparsa de Enrique Villegas, que tuvo de nuevo en su música y su interpretación su mayor fuerte. Aportó además dos buenos pasodobles, un piropo del grupo a su autor y la historia de un soldado que no aguanta más ser parte activa del conflicto palestino-israelí. Tienen opciones de estar en la siguiente ronda.

 

A los que este año no se les escapa, como poco, la semifinal, son a los robots de Vera Luque. La chirigota Los mákina refrendó las buenas sensaciones dejadas en su debut en el concurso y lució dos buenas letras de pasodoble y dos geniales cuplés para redondear un repertorio de altura. Están metidos de lleno en la pelea por los premios.

 

Para concluir la primera parte de la función, llegó la comparsa Los prendas, muy bien de voces y afinación y con letras valientes y certeras. También dejó una buena impresión la chirigota Las barconeras, a escena tras el descanso, que sorprendió en preliminares con su gran puesta en escena. Mejor en pasodobles que en cuplés, cumplió con un buen pase.

 

Quedaba, con permiso de la chirigota Virgen a los 40, un apasionante duelo de comparsas para concluir. La comparsa de Tino Tovar y Ángel Subiela abrió fuego con una completísima actuación y una interpretación estupenda, mejor aún que en su primer pase. Dedicaron sus pasodobles a los carnavaleros que hicieron grande la peña Nuestra Andalucía y a la mujer acusada de maltrato por su propio hijo, temas aún no tocados en el concurso, y más que con sus cuplés se metieron el público en el bolsillo con su estribillo. Todo el teatro coreó y bailó el ya famoso Hakuna matata con ellos. 

 

Tras los algecireños, que cumplieron con un simpático repertorio aunque bajaron respecto a su primer pase, llegó la otra gran comparsa de la noche, La mare que me parió. Máxima expectación en el coliseo gaditano para acoger a la agrupación de Antonio Martín alcanzada ya la 1:42 de la madrugada. No defraudó, dedicando sus pasodobles a un niño que se rebela ante su padre por llevarse a su abuelo a un asilo y a Antonio Martínez Ares. Una letra en defensa del ex comparsista que contó con el apoyo de un público absolutamente entregado. Es curioso que un tema que ha generado dos corrientes de opinión tan diferentes se lleve, tanto si se toca a favor como en contra, los mismos aplausos.

Con el duelo de comparsas aplazado a un nuevo envite en la semifinal concluyó una sesión de buen nivel y que tuvo momentos de verdadera brillantez llegados del futuro, de África y, como no, del barrio de la Viña.

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