Carnaval

El fallo de forma del reglamento da pie al debate sobre los puntos

  • Miembros del Patronato, carnavaleros y jurado opinan sobre el artículo que trata el arrastre de puntuaciones. "Hemos actuado con total honestidad", dice Sales

El error de redacción detectado en el artículo 24 del reglamento del Concurso de Agrupaciones provocó ayer un gran debate en el mundo del Carnaval, que trascendió más allá de una simple errata y derivó en el modelo de puntuación que necesita este acontecimiento que tantas pasiones desata. El susodicho artículo recoge por error que a la puntuación obtenida en la final se suman las obtenidas en las 'dos' fases anteriores. Esta redacción corresponde a cuando el Concurso constaba de clasificatoria, semifinales y final. Con el nuevo formato y la inclusión de los cuartos, este artículo llama a engaño. De hecho, si se hubiera aplicado, la chirigota 'Los enteraos' hubiera quedado en segunda posición. Pero de conjeturas no vive el Carnaval, aunque ayuden a aportar salsa a un Concurso con tantos intereses creados.

Con el reglamento en la mano se deduce claramente que se trata de un error de redacción. Así lo señala el presidente del jurado de este año, Juan Sales: "Durante el Concurso sabíamos que existía ese error en el reglamento. Lo consultamos al Patronato y nos dijeron que era un error de redacción y que la puntuación de preselección se arrastraba. De hecho, en los artículos 19, 20 y 21 de desprende que se acumula la puntuación y que vale la de la clasificatoria. Si no fuera así, sería imposible, por ejemplo, alcanzar los 420 puntos mínimos que se exigen para pasar a la semifinal o los 660 para la final, y ambos requisitos se recogen en el reglamento. Se equivocaron al cambiar el formato del Concurso y no hacer ese cambio en el reglamento".

Sales indica que sobre el jurado "se están diciendo muchas pamplinas, entre ellas que este año no había notario. Eso es hablar a la ligera y sin conocimiento de causa porque ha habido notario y se llama José Ramón de Castro, que por cierto acudió de inmediato a mi llamada después de saber que el notario habitual, Federico Linares, se había jubilado". El presidente defiende la labor de su jurado asegurando que han actuado "con total honestidad, otra cosa es que la opinión pública esté o no de acuerdo con el fallo. Es una cuestión de gustos".

Por su experiencia, Sales sería partidario de hacer la criba obligada de preselección con un sistema sin puntos. "Es más lógico comenzar a puntuar cuando viene la calidad, que es en cuartos", señala. Sales sí apostaría por arrastrar los puntos desde los cuartos "porque es un Concurso de repertorio y hay que mirar toda la trayectoria de una agrupación en el mismo. De lo contrario se correría el riesgo de que una agrupación diera un gran pase en la final después de dos más flojos en cuartos y semifinal, y se llevara un primer premio no merecido por dar una sola función buena".

Eugenio Mariscal, presidente del Colectivo de Autores Independientes (CAI) y presente en el Patronato, y por tanto participante en la elaboración del reglamento, reconoce que se ha tratado "de un error en la transcripción cuando se cambió de fórmula en el Concurso, pero en ningún momento se ha cambiado el hecho del arrastre de puntos".

Por su parte Joaquín Quiñones, presidente de los Antifaces de Oro e integrante del Patronato, admitía que del error "no nos hemos dado cuenta nadie y el fallo está desde el año pasado cuando se cambió el formato del Concurso. El que se ha dado cuenta, que es más listo que nosotros, ha tardado dos años en hacerlo". De cualquier forma, Quiñones ve en esta polémica un debate estéril. "Es buscarle tres pies al gato. Yo no siquiera he mirado si a mi comparsa, particularmente, le ha perjudicado esto", indica el autor de 'La pensadora gaditana'.

Algunos de los carnavaleros consultados ayer coinciden en eliminar los puntos en la fase clasificatoria. Los hay que defienden el arrastre desde cuartos y quienes apuestan porque cada fase sea cerrada y no se acumulen puntos. De todas formas, la coincidencia generalizada es que el sistema de puntuación no es el mas idóneo. Los más escépticos ni creen en los puntos, asegurando que se adulteran a beneficio del jurado para cuadrar de alguna forma en resultado final.

El debate está en la calle tras un año polémico en cuanto a las decisiones del jurado. Parece que el sino del Concurso es no tener un reglamento fijo y cerrado por varios años. Entre las lagunas que buscan las propias agrupaciones y los errores de quienes elaboran el reglamento, la estabilidad es algo incompatible con el Concurso de Agrupaciones.

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