Los artistas plásticos uruguayos Miguel Ángel Tuala y Carlos Almeida se están encargando del montaje de la exposición 'La gaditana que se quedó...100 años de murga", que en los próximos días se podrá visitar en la Casa de Iberoamérica, la antigua Cárcel Real.

La muestra, de la que son artífices ambos, ha sido presentada en la sede de la Asociación de la Prensa por los propios artistas, a los que acompañaba el coordinador de la misma, José Antonio Romano y el periodista José Luis Arijón, así como el presidente del Aula del Carnaval de Cádiz, Eugenio Mariscal, entidad que ha promovido dicho intercambio cultural entre Cádiz y Montevideo.

Mariscal precisó que el citado intercambio debe servir para fortalecer la puesta en común de la cultura de la libertad en las dos orillas del Atlántico "que nos dejaron aquellos locos gaditano que allá por agosto de 1908 se quedaron sin recursos para la vuelta, dejando su impronta por las calle de Montevideo con sus letrillas gaditanas". Aquel grupo, que la profesora Milita Alfaro ha conseguido averiguar su nombre, 'Los piripitipi', sembraron la semilla de la murga, que ha cumplido cien años.

Por su parte, Miguel Ángel Tuala agradeció la acogida en Cádiz y agradeció a la APC la cesión de su sede para la presentación, afirmando que "la prensa ha sido el soporte divulgativo de las letras de los autores de Carnaval, el nuestro no se concibe sin los medios de comunicación".

La muestra, ha sido declarada de interés cultural y didáctico por la Intendencia Municipal de Montevideo, el Ministerio de Educación y Cultura y la Unesco.

Aquellos gaditanos formaban parte de una compañía de zarzuela que fueron estafados por el empresario que los contrato y tuvieron que cantar coplas de Carnaval por las calles para financiar su regreso a España.