LA copla de carnaval es una letra periódica con alma de rotativa. Tiene su propia ideología, aunque se autoproclame independiente. Recoge las noticias Locales con el siguiente desarrollo: "EN LA CALLE MIRADOR LE HA DICHO UNA CUARENTONA QUE SE LE ESTÁ CAYENDO UNA VIGA DE SU ALCOBA". Refleja las noticias Provinciales de la siguiente guisa: "VAMOS A TOMAR EL SOL A PUERTO REAL, QUE EL PUENTE ESTÁ LISTO QUE EL PUENTE ESTARÁ" y se hace eco de los acontecimientos Internacionales que inquietan: "TIROS EN PEKÍN, TIROS EN VIETNAM… LA GENTE NO RESPETA NI QUE ESTAMOS EN CARNAVAL". Cuenta las noticias por Navidad, informando que: "YA NO VIENEN LOS REYES POR MIRANDILLA, NI TRAEN PARA LOS NIÑOS RICOS BIZCOCHOS Y BUENAS MANTILLAS". Mantiene su página de Sucesos, trágicos y desgarradores: "AL AMPARO DE LA NOCHE, EN CUALQUIER ESQUINA, HAY UNA PANDILLA DE CHULOS LADRONES". Tiene la sección de Cartas al Director desde la que se transcriben epístolas: "QUERIDO COMPARSISTA: YA NO HAY RAZÓN PA QUE ESTOS CARNAVALES, CRITIQUES LO QUE VALE, EL CAMBIO SOCIALISTA". Cuenta también con su Necrológica, informándonos que: "UN CUATRO DE DICIEMBRE MUERE UN MALAGUEÑO" y, desde luego, con la sección de Deportes, desde la que se le anima a un peruano: "MOSQUERA, MOSQUERA MÉTETE OTRO GOL, QUE VAMOS A PRIMERA DIVISIÓN".

No soplan buenos vientos para la profesión. El informe de la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa es demoledor: la precariedad laboral, supura sueldos de miseria que insultan a la inteligencia e impiden el noble ejercicio del periodismo. Frente a esos salarios de explotación y vergüenza, se encuentra el periodista estrella, que nada en la abundancia millonaria de euros y ego, manejando una moneda común: el egoeuro que, en función del egouribor, determina y rige su patrimonio y su economía.

En la madrugada de anteayer, una profesional llamada Carmen Mas dio una clase magistral de micrófono inalámbrico, de saber y de estar. Con desenvoltura, naturalidad y educación se acercó a una de las estrellas del periodismo mediático. Sabía que el divo no estaba por la labor de conceder entrevistas, pero lo intentó; por eso Carmen demostró doblemente su buen hacer: se había informado bien de la probable negativa e hizo el intento de conseguir unas declaraciones, pero tropezó con una supernova a millones de años luz de la humildad. De Carmen me sentí, orgullosamente compañero. De la estrella endiosada no. Soberbia y desde su Olimpo, demostró ser una enana blanca de la constelación hertziana.