Desde mi batea

Las entradas del Falla

LAS entradas para el concurso, que organizaba el Ayuntamiento antes de la vuelta a febrero del Carnaval, se conseguían con facilidad en las taquillas del teatro. Entonces aún se veía el concurso como algo chabacano, recuerdo que aunque los pocos días de concurso, en ocasiones sólo 3, el Teatro siempre estaba lleno de grandes aficionados, se escuchaban todos los repertorios, en aquella época no habia límite de tiempo, eso lo decidía el público con su insistencia. Más adelante y ya con el Carnaval y el concurso recuperado en febrero, todas las clase sociales se incorporaron en mayor o menor medida a esta afición tan bonita de las coplas, los grupos aumentaron a la vez que la afición por escucharlos y ya empezaron los primeros problemas a la hora de conseguir entradas, me vienen a la memoria esas primeras y grandes colas que se formaban en el kiosko de la Plaza de San Antonio, donde tanto tiempo hemos pasado muchos aficionados y en las que además de conseguir las entradas se pasaban ratitos agradables y se hacían amistades que han perdurado con el paso del tiempo, recuerdo entre ellos a los hermanos Bocanegra (Ramón y Manolo), Poleo, Tani, Polvorilla, Rorro, Juan Romero, los hermanos Fernández-Repeto, Ana Maria Muñoz y tantos otros que repartían números entre los aficionados ansiosos por conseguir una entrada. Aún no había demasiada reventa. Más adelante estas colas acabaron por convertirse en odiosas, por las carreras de aficionados, los menos, y las de los reventas por todo Cádiz, con el fin de poder controlar el mayor número de entradas, con empujones, zancadillas, etc...

Hoy la entrada al Teatro es muy complicada. Y digo yo… Está muy bien que la lucha de los últimos años con la reventa la ha ganado el Patronato, y que la venta por Internet ha conseguido que cualquier aficionado de Cádiz o no pueda conseguir entradas para el día que se le apetezca asistir a una función, pero señores, se imaginan que en un estreno de una película, en una ópera, en una plaza de toro, etc, al entrar nos pidieran las entradas acompañadas por el DNI de cada asistente, o bien que teniendo entrada para asistir a cualquiera de los espectáculos reseñados, por un motivo u otro no pudieran hacerlo y tampoco pudieran asistir sus familiares más directos o algún amigo al que tu tienes el gusto de regalarle la entrada. Creo que en esto se están columpiando todos, y se abusa de que los gaditanos somos como somos, porque si no cada día nos encontraríamos con denuncias y más denuncias, ya que... ¿hasta qué punto es legal que yo tenga que acceder al teatro con el carnet prácticamente en la boca? Es increíble que tengamos que formar grandes colas para entrar porque hay que enseñar la entrada y el carnet a un vigilante jurado y más tarde pasar por un nuevo control, el de los porteros, sólo falta el mismo control que en los aeropuertos y aguantar que nos cacheen y casi nos desnuden para ocupar nuestro lugar. Si es cierto, como parece que se ha abolido la reventa, mis aplausos, pero la casi invasión de tu intimidad para poder disfrutar de una noche en el Teatro… no está justificada. Busquemos una solución para este problema y entonces habremos dado en la tecla.

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