Desde mi batea

El que lo coja “pa” él

Un año más este periódico me da la posibilidad de escribir en este suplemento dedicado a nuestro Carnaval y como cada vez que me pongo delante del ordenador para darle contenido a mi artículo, empiezo a imaginar sobre qué tema escribir; dándole vueltas al coco, este año quisiera ser de los primeros en dar la bienvenida a un coro de nueva creación.

En los tiempos que corren, donde la igualdad entre hombres y mujeres es algo más que una quimera, donde es ya hasta materia de un ministerio, resulta que en éste, nuestro mundo del Carnaval, todavía las mujeres, sobre todo en el concurso, están dando sus primeros pasos. Francamente, ¡parece mentira que aún estemos en estas!

A pesar que desde el año 1.981 con la aparición del coro mixto, comandado por una mujer, Adela del Moral,  con la participación de algunos otros coros mixtos, principalmente el de San Fernando, con el concurso de comparsas femeninas, tanto locales como de otros puntos de la geografía española y últimamente con el cuarteto femenino, parecía que definitivamente la mujer se iría incorporando a éste, nuestro mundo del Carnaval. ¡Pues no, no terminan de asentarse y participar masivamente en el mismo!

Que duda cabe que los aficionados, cuando escuchan algo nuevo, que suena distinto y que quizás no es exactamente a lo que están acostumbrados, suelen poner pegas y más pegas, si no que le pregunten al coro a pie que tan merecidamente llegó el año pasado a la final, pero sinceramente creo que va siendo hora de abrir las puertas de nuestro concurso a las mujeres, y no soló para que ocupen un sitio en el palco de las ninfas, sino para que ellas puedan cantar, sentir, hacernos reír y disfrutar con la actuación de sus agrupaciones en éste, nuestro mundo del Carnaval.

Este año vamos a tener esa suerte, ya que llega para hacer historia en nuestro concurso el primer coro únicamente compuesto por féminas. Desde la expectación que en el año 1.981 causó el coro mixto de Adela, en esta modalidad no había existido tanta curiosidad como ha generado esto: un coro femenino, hecho tanto en música, letra, afinación y dirección exclusivamente por mujeres, echándole valor a la cosa y compitiendo de igual a igual con los coros tradicionales, con la única intención de divertirse y aportar su granito de arena a éste, nuestro mundo del Carnaval.

Por eso levanto mi refresquito y brindo por el éxito, que ya lo es por el mero hecho de salir, de este coro; a cuyas autoras, Lucía Pardo, Mari Carmen Astorga y la directora, María José Ortega, quisiera animar para que este coro femenino no sea flor de un día.

De paso, encarecidamente ruego a todos los que se incluyen en el ámbito de éste nuestro mundo del Carnaval, que no se olviden que la palabra “nuestro” corresponde a la primera persona del plural,  y la pluralidad implica no discriminar a nadie por mucho que su género no coincida con el nuestro. El que lo coja, “pa” él.

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