Carnaval

Las otras caras del Carnaval

  • Francisco Márquez 'Bolea', Antonio Martín 'Pucherito' y Miguel Pérez 'El Mellao' nos cuentan su relación con la principal fiesta de la capital gaditana, a la que aportan su gran afición, que va en aumento con los años

Son los que casi nunca salen al escenario del Gran Teatro Falla, ya que su papel está generalmente en el verdadero escenario, en la calle, donde se convierten en un componente imprescindible para cualquier agrupación, antes vendiendo los libretos con las coplas  y ahora los CDs, esos que 'Pucherito' denomina 'compachí', aparte de encargarse de la intendencia del grupo. Les mueve su gran afición, que les ha ido aumentando con el paso de los años, y consideran como su propia familia a los integrantes de 'sus' agrupaciones. Son la otra cara de la fiesta, los que no salen generalmente en las fotos, ni les piden autógrafos, pero viven el Carnaval tan intensamente como los que cantan, hasta el extremo que algunos incluso visten el tipo cuando acuden al concurso, pese a que no van a lucirlo sobre las tablas.  A modo de ejemplo de otros muchos, 'Bolea', 'Pucherito 'y 'El Mellao' nos cuentan sus experiencias.

Antonio Martín, Salomón 'pucherito'

"Con el Internet es muy difícil venderle a alguien un 'compachí"

Pucherito, Antonio Martín Salomón, cumplirá en agosto 83 años y lleva 53 carnavales como postulante, desde que salió por vez primera como tal con la chirigota 'Los campesinos', cuando destaca que se cantaba en la calle y la gente daba una perra de cobre a cambio de escuchar unas coplas.

Lo de Pucherito le viene de cuando trabajaba en los Depósitos de Tabacos. Un día se llevó el puchero en una cazuela y al poner la cesta de mimbre en la que la portaba en la jardinera se le volcó y perdió el caldo, por lo que al día siguiente optó por llevarlo en una botella aparte. El mote se lo pusieron sus compañeros al verlo.

Ha sido postulante con Guido Torres, Antonio Clavaín, Manuel de Agustín 'El Carota', Ramón Díaz 'Fletilla', Agustín González  'Chimenea',  Pedro Romero, Rafael López Romo, Macías Retes, y desde el año 1985 con Joaquín Quiñones, con el que debutó en la comparsa 'Hombres azules', al año siguiente de recibir el 'Antifaz de Oro', y al que sólo le ha fallado hace tres años, cuando se rompió la tibia y el peroné.

Dice que nunca ha tenido facultades para cantar, pero como desde pequeño le gustaba el Carnaval se decidió por salir de postulante, para mantener la afición, y presume de haber obtenido el primer premio desde 'Los zíngaros', de Antonio Torres y Guido Torres, a los que han seguido otros como  'Los birrias', de Fletilla, 'Los de la oportunidad', 'Las cotorritas de Filipinas', 'Los nuevos demócratas', 'Los que van a hacer el puente', Charrúas', 'La Cárcel Vieja' y 'La caldera', que cita de memoria junto a otra extensa relación de segundos.

Recibió el Antifaz de Oro en 1984, junto a los recordados Antonio Mariscal y Manolo Moreno, así como el exconcejal José Mena, pero presume de haber sido distinguido también  por la Asociación de Autores del Carnaval y las peñas El Erizo, Fletilla, Los Pitirolos y Los Pollitos mi compare.   

Duda si este será el último año que salga, porque ya se considera mayor, aunque el gusanillo le mantiene con ganas y sobre todo en un grupo como el actual, en el que considera como su otra familia.

Pucherito, viudo, padre de cuatro hijos, que le han dado diez nietos y un bisnieto, dice que el Carnaval ha cambiado mucho y que ahora hay agrupaciones que hasta cuelgan el disfraz si no consiguen un premio, ni salen después del concurso a la calle. Aparte  destaca que ahora con el Internet pocos compran un 'compachí', que es su peculiar denominación del CD, si no es un primer premio.

Francisco Márquez 'Bolea'       

"Los postulantes se han perdido, ya nadie vende las coplas"

'Bolea', Francisco Márquez Barroso, que es su verdadero nombre, mientras que el apodo se debe al parecido que dicen que tenía de joven con Adolfo Bolea, delantero del Cádiz C.F. durante la década de los 50, se inició en el Carnaval precisamente en esos mismos años formando parte de agrupaciones de Antonio Clavaín y Juan Poce.

Nació en noviembre de 1939, en la calle Barrocal, de la que salió para realizar el servicio militar en la Compañía de Mar del Sahara, perteneciente al Tercio Sahariano Don Juan de Austria, III de La Legión, de donde debe venirle su predilección por vestir uniforme militares.

Ha trabajado en el pescado, la construcción, como repartidor de tortas Inés Rosales, en bodegas Alcaide y desde siempre ha tenido pasión por el Carnaval.

Ha sido postulante con agrupaciones de Manolo Santander, El Libi, el coro de la peña La Salle Viña y actualmente con el de Faly Pastrana, con el que duda si lo hará este año, debido a una dolencia que asegura que ha superado gracias a la doctora Paloma, del servicio de Digestivo del Hospital Puerta del Mar, aunque afirma que seguro que saldrá a la calle disfrazado.

El coro es su modalidad preferida y recuerda los más conocidos de los años 50 y 60, como 'Los bichitos de luz', 'Los caleteros', 'Los bastones de caramelos' o 'Ali Babá y los 40 ladrones', de los que todavía recuerda y entona sus tangos.

Viudo, padre de dos hijos y a punto de cumplir los 73 años, apunta que no todos los días tiene ganas de ir al concurso del Falla, pero que no se pierde la actuación de su coro, ni del de Nandi Migueles, que son los que más le gustan de este año. No entiende que haya grupos que mezclan en sus letras la religión y el Carnaval, y tampoco que se esté perdiendo la figura del postulante, porque ya nadie compra los libretos con las coplas como sucedía antaño.

Miguel pérez calvente 'el mellao'

"Llevo 14 años  con la chirigota del Love aportando mis cosas"

El día 24 de febrero, la víspera del Sábado de Piñata, Miguel Pérez Calvente, Miguel El Mellao, cumplirá 74 años, de los que lleva 42 ininterrumpidos vinculado al Carnaval, desde que en el año 71 del pasado siglo formó parte de la chirigota 'Los Ligones', de Juan Poce y dirección de Manuel Martín, que obtuvo el primer premio de la modalidad.

El viñero, nacido en la calle Paraguay, casado y padre de tres hijas, que le han dado siete nietos, no ha pasado este año por el Gran Teatro Falla, pese que cuenta con su propio palco en el teatro, ya que desde el año 2000 posee el Antifaz de Oro como reconocimiento a su dilatada labor en la principal fiesta de la capital.

Una dolencia, de la que se recupera en su domicilio después de haber estado varios días ingresado en el Puerta del Mar,  ha sido el motivo de que no se le haya visto por el concurso, pero asegura que saldrá a la calle con la chirigota 'Los puretas del Caribe', la del Love y el Cabra, con la que lleva saliendo desde 'Una chirigota con clase', primer premio en 1996.

De pequeño estuvo en el colegio de La Palma y luego en La Salle-Viña, de donde salió a los 14 años para trabajar como herrero de grada de Astilleros Españoles, de donde lo retiró un accidente.

Ha salido en numerosas chirigotas y en otros tantos cuartetos, entre los que recuerda 'Los de Katanga', el año 1975, del que formaban parte Manuel Castejón, José Piulestán y Francisco Sánchez, y 'Los carajotecas', el último de Agüillo hijo, con El Peña, El Masa y Manolete.

Mantiene que el cuarteto es la modalidad más complicada, ya que supone enfrentarse solo, cara a cara, al público del teatro, lo que él hace ahora con la chirigota del Love, compartiendo la actuación del grupo con sus cosas, entre parte y parte del espectáculo. La chirigota incluso llegó a dedicarle el pasado año un pasodoble con 'Los Gafas', que le emocionó.

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