chirigota

Los auténticos camaleones

El tipo. Cobardes, pero de verdad. Las coplas. Muy cagados de miedo, aunque se atreven a subir a las tablas del Gran Teatro Falla. Con el corazón sobresaltado y un casco con una linterna y una ristra de pilas alcalinas para no quedarse sin energía. Con una presentación explicativa, pero sosa en golpes al relacionar los miedos de los famosos, esta chirigota puertorrealeña explica todo lo que le s aterra: a pasear por su barrio, a las vecinas, a los capirotes, a los bombos o a los petardos. Se vuelven valientes para cantar la tanda de pasodobles, con una música bien llevada y un grupo que la acompaña. Primero, dejan de ser cobardes por un día para contar su camino hasta el Gran Teatro Falla, las críticas que reciben y todo el ritual antes de pisar el escenario. Se vuelven mucho más valientes en la segunda letra, crítica con la actual labor de Felipe González en el PSOE. Le acusan de haber traicionado a su padre, haber hundido los Astilleros  y de haberse convertido en un "ricachón" que fuma puros habanos en un yate. Rematan diciéndole que es la vergüenza de su tierra, de la izquierda y del trabajador. Los cuplés se quedan en simpáticos con su necesidad a tener encendidas todas las luces hasta que les llegó la factura de Endesa y se les pasó el miedo, y a las dudas que tienen para llegar a Cádiz por el segundo puente, por lo que se dan la vuelta y entran por San Fernando. Popurrí de miedo con demasiados altibajos. Nos quedamos aterrados.

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Puntuaciónes COAC 4 / Miguel Guillén

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