La criba más novedosa del Concurso Oficial de Agrupaciones 2008 en su categoría de adultos repartió anoche alegrías y tristezas a partes iguales, ya que el jurado presidido por José Manuel Moreno apuró el reglamento y decidió pasar a semifinales a prácticamente la mitad de los conjuntos que han participado en los cuartos de final. Concretamente han sido 27 grupos los clasificados, por lo que cada una de las tres sesiones de semifinales tendrá nueve grupos. El hecho de clasificarse sólo dos cuartetos asegura una final con sólo once agrupaciones.

Como era de prever, el fallo en coros, comparsas y chirigotas provocó algunas ausencias destacadas en la fase que comenzará a las nueve de la noche de hoy y que se prolongará hasta el jueves, jornada en la que se conocerán los nombres de los grupos finalistas.

Las mayores decepciones se produjeron en coros, quedándose fuera el de Juan Antonio Lamas y José Antonio Valdivia, ‘El periquitúliqui’, finalista en 2007 con ‘La reconquista’. También fue noche de decepciones para el coro de La Salle Viña, ‘Lo que yo te diga’, y ‘Llegan los ilusionistas’, de Paco Martínez Mora y Edu Toledano.

En chirigotas, la ausencia más destacada será la de Vera Luque, ‘Los jesusitos de mi vida’, uno de los grupos fijos entre los primeros puestos en su modalidad estos últimos años. Echaron en falta muchos aficionados  a los sevillanos de ‘Los putaítas’, tercer premio del Carnaval de 2006 con ‘Esto es pa verlo’. En cuanto a las comparsas y cuartetos no se han producido sorpresas llamativas en el apartado de cajonazos.

Fuera del Gran Teatro Falla, uno de los grandes momentos de emoción fueron vividos por los componentes del coro de José Manuel Valdés, ‘Los del portal de Jerez’, que había cantado en la noche de ayer. Igualmente, algunos de los componentes de la chirigota de Antonio Pedro Serrano ‘El Canijo’, ‘Clínica dental Nuestra Señora de las Angustias y de los Dolores en la boca’, mostraron su alegría ya que, a pesar de las buenas sensaciones ofrecidas en sus dos primeros pases, no las tenían todas consigo y escucharon el pase a semifinales con atención para asegurarse de su suerte.

La noche de los primeros cuchillos largos, no tanto como los que se esperan el jueves, resultó de agradable ambiente debido a la calidad de las agrupaciones y al morbo propio de esas sesiones que dan paso a una criba. La agrupación que más pasión despierta hoy día en Andalucía, la comparsa de Aragón, volvió a cobrar protagonismo. Los pasodobles gustaron mucho y los carnavaleros en activo que estaban en el Teatro Falla a buen seguro suscribieron la letra dedicada a ese muchacho que escuchaba las coplas con la radio en la almohada, un aficionado puro sin el veneno propio que inocula la fiesta a los que se meten de lleno en ella.

Acompañando a ‘La banda del capitán Veneno’ estaba Quique Caraballo, relaciones públicas de la selección de ex jugadores internacionales por España en fútbol. La comparsa ya les había cantado en Chipiona con ‘Araka’ en la cena posterior a un partido. Caraballo confirmaba que casi con toda seguridad repetirán actuación para estos veteranos en Santiago de Compostela. Allí escucharán las coplas de Aragón los Fernando Hierro, Aguilera, Roberto Fresnedoso, Cristóbal Parrado, Miguel Ángel Nadal, Kiko Narváez o José Antonio Camacho.

El paraíso estuvo pendiente, una noche más, de un aficionado al que llaman ‘el boina’ por la chapela que luce y bajo la que se esconde un animador de masas que parece haber tomado el relevo del Caña, cuyos recitados en favor de la Cadena SER y demás lindezas se echan de menos. Desde el gallinero se escucharon perlas bastante cultivadas en materia poética: “Ole la comparsa de Los Gitanos, y el que no diga ole que amanezca en la cama con Amor la de Gran Hermano”. Carcajada general.

En uno de los palcos estaba uno de los famosos fijos de cada año: el cantautor portuense Javier Ruibal. La chirigota de Vera Luque, ‘Los jesusitos de mi vida’, le dedicó un pasodoble proponiendo al artista como pregonero del Carnaval. El autor de ‘Pensión Triana’ y ‘Atunes en el paraíso’ declaró que el pasodoble de Vera Luque había sido “todo un regalo con el añadido de pedir que yo sea pregonero. Eso sería lo máximo, pero es una gran responsabilidad y tiene un trabajo muy grande”.