Localidad: San José de la Rinconada (Sevilla)

Letra: Antonio Álvarez Cordero 'Bizcocho'

Música: Manuel Santander Grosso

Dirección: Ernesto Javier Urmeneta Montiel

el tipo.  Palmeros y masajistas.  

las coplas. Como la cosa está mala para ser flamencos, su habilidad como palmeros la convierten en su oficio de quiromasajistas. La chirigota del Bizcocho, una de las que opta a la fase de cuartos de final, baja un poco el nivel de años anteriores. Con oficio, la hora les afecta para conectar con el público. El sello de la música de Manolo Santander hijo se nota en el pasodoble, que suena un poco más gaditano. En la primera letra, de presentación, se congratulan por su vuelta a las tablas y agradecen la herencia de los chirigoteros de los que han aprendido. En la segunda, presentan a una niña pija que se aprovecha del trabajo de sus padres para colmar sus caprichos. Una buena crítica a la superficialidad. Resbalan en la tanda de cuplés, ambos con el mismo final. En el primero, van a comer comida oriental sobre un cuerpo desnudo. Se guían por los olores, pero al final se pierden y en vez del sushi se comen el chochi. En el segundo, a la moda de las mujeres de llevar pamelas a las bodas y los problemas que tienen para darle un beso en la boca. Al final, vuelven a comerle el chochi. Se levantan algo en un popurrí, en el que dan masajes con final feliz si les pagan bien. No nos quitan las contracturas.