VEO que mientras en la Feria de Abril de Sevilla se levantan casetas de postín, en Cádiz, en sus fiestas de Carnaval, lo que se instalan son urinarios.

Me pasma que en fiestas como los Sanfermines de Pamplona o la Tamborada de San Sebastián, bares y restaurantes hacen su agosto, y en Cádiz, con ocasión del Carnaval, los bares no abren o colocan en sus puertas barras metálicas para servir a sus clientes y que nadie entre dentro, ni siquiera al servicio.

Me asombra que en la Feria de Jerez todas las casetas tengan obligada la libre entrada y sea habitual comer toda clase de exquisiteces, en un ambiente limpio y educado, con la gente gastando dinero en jamón de pata negra y hasta cigalas, y en el Carnaval de Cádiz en un domingo de coros, lo único que puedes hacer es pelearte a codazos en un almacén para comprar bocadillos, vino de medio tapón y un papelón de embutidos que comerte en pie en una esquina. O ponerte en cola para que te de un corrusquillo gratis.

En la Feria de Algeciras se bailan sevillanas en casetas con aire acondicionado y aquí, para bailar, tienes que ir a la carpa y si hay suerte no tienes un altercado con un borracho.

Eso sí, en Sevilla, Jerez, Algeciras, San Sebastián o Pamplona son tontos. Los listos estamos en Cádiz.