Con mucho retraso. Mientras toda Andalucía se prepara para las mejores fechas del año, la Semana Santa, aquí seguimos haciendo el tonto con los carnavales.

El pasado martes, fin del Carnaval, quemaron al Momo en la plaza de San Antonio, pero la fiesta sigue como si no hubiera ocurrido nada. ¿Qué pasaría si la Borriquita saliera otra vez el domingo de Resurrección?

Pero a lo que iba. La Cuaresma, los preparativos de la Semana Mayor, ha comenzado en todas partes menos en Cádiz y los gaditanos nos estamos perdiendo unas días inolvidables.

Estamos en fechas de triduos y quinarios, de quitar el polvo a los enseres y a la plata cofradiera. Es el momento de sacar del armario la chaqueta azul marino y la corbata con el escudo de la hermandad.

Son días para tomar torrijas, como las que venden en la Campana de Sevilla, y dejar los paponazos. Son días para mezclar inciensos en la plaza del Salvador y olvidar los olores a canuto que hay en el Pópulo.

Es hora ya de vestir elegante y de utilizar colonia de las caras. Es el momento de hablar con Abel Moreno y Ramón Velázquez y olvidarnos del Noly y de Pardo.

Noble pueblo gaditano. Patria de Hércules y Lola la Piconera. Dejémonos de complejos. ¡Vamos a imitar a Sevilla!